El efecto económico de levantarse al servicio en mitad de la noche

El efecto económico de levantarse al servicio en mitad de la noche
Múltiples factores influyen en la economía mundiañ. La enfermedad de los trabajadores es una de ellas y ahora parece que nos quieren hacer sentir culpables de costarle dinero a tu país por el simple hecho de levantarte al servicio en mitad de la noche. Es lo que afirma una investigación realizada por la organización sin fines de lucro RAND Europe, cuyos datos manifiestan que despertarse más de dos veces por noche debido a la nicturia, (una condición de salud que afecta el tracto urinario inferior) podrían costar a la economía española unos 2.650 millones de euros al año; unos 39.250 millones a la norteamericana, 12.100 a la japonesa, 7.425 a la alemana o 5.215 a la británica. Según este último estudio, la nicturnia, aparte de tener un efecto perjudicial en el bienestar de la persona, influye en que un trabajador pueda ser menos productivo en el trabajo, ya que el sueño interrumpido durante la noche afecta su capacidad para funcionar durante el día.  También influiría en una mayor posibilidad de ausentarse del trabajo debido a una enfermedad y el estudio tiene en cuenta además los costes sanitarios públicos.   Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron un modelo macroeconómico que simula la situación económica actual en una nación determinada, y luego predice cómo cambiaría la producción económica si menos personas sufrieran de nicturia. No es una ciencia exacta, de ninguna manera, pero da una idea de cómo un solo problema de salud puede tener un impacto monetario real en la sociedad.  Son cifras sorprendentes considerando las estimaciones realizadas sobre los costos de otras enfermedades, mucho más conocidas. Por ejemplo, en terreno estadounidense se ha estimado que la obesidad le cuesta a la economía hasta 210 mil millones de dólares al año , las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares 275 mil millones y la diabetes 90 mil millones de dólares. Marco Hafner, investigador principal y economista principal, explica sobre este estudio que “los médicos y los profesionales de la salud a menudo pasan por alto la nicturia como un posible problema de salud asociado con la pérdida de sueño, y los pacientes pueden retrasar la notificación de la afección hasta que se vuelve insoportable y afectan sustancialmente su bienestar. La mayoría de las personas que viven con nicturia la desarrollan cuando tienen más de 60 años, pero puede ocurrir a cualquier edad. Se puede tratar cambiando ciertos comportamientos, como reducir la ingesta de cafeína y alcohol,  una buena salud del sueño con, al ser posible, siestas por la tarde o usar medias de compresión.