Deepfakes, el futuro de la posverdad

Deepfakes, el futuro de la posverdad
Nuestra era está marcada por el fácil acceso que tiene la mayor parte de la población a una cantidad ingente de información. Sin embargo, esta población no adquiere el conocimiento real que sería de esperar con toda esa información. ¿A qué se debe esta dicotomía? Pues básicamente a dos factores. Por un lado, tanta información sin un orden lógico hace que nos sintamos perdidos y abrumados. Todo el conocimiento humano a un click, y cuando nos damos cuenta estamos viendo gatitos jugando en una cesta. Por otro lado están las fake news, la propaganda de la era de la posverdad. Cualquiera puede crear un bulo en internet y hacerlo rodar tanto que acabemos por creerlo. Pero desde aquel episodio que involucraba a Ricky Martin, un perro, una fan y un bote de mermelada en un programa de Concha Velasco, los bulos han evolucionado mucho. Como ejemplo, en el siguiente vídeo de la BBC podemos ver como se crea un fake del expresidente de EEUU Barack Obama hablando:
Han sido investigadores de la Universidad de Washington (hace ya un año) los que han creado este Barack Fakebama, pero pronto podremos crear nosotros mismos este tipo de vídeofakes hiperrealistas con herramientas libres. De esta manera, jamás podremos creer del todo lo que estamos viendo, por si no era suficiente el no poder creer lo que leemos. Se harán imprescindibles así mecanismos para verificar la autenticidad de las informaciones y contenidos audiovisuales que se hacen públicos. Antes a estos mecanismos se les llamaba "periodistas". Quizá en un futuro podamos volver a ver a estos entes en las redacciones de los medios de comunicación. El término deepfake es un acrónimo de deep learning (el "aprendizaje profundo" de la inteligencia artificial), y fake news. No es que sea algo nuevo (a saber cuantos nos hemos comido ya), lo que asusta es la velocidad con la que crecen y se perfeccionan. Ya no hace falta ser un montador experto para realizarlos, y de ahí su proliferación. Los avances de la inteligencia artificial en este ámbito se encargan de su perfeccionamiento. ¿El límite? quien sabe, seguramente en un futuro próximo no podremos distinguir la realidad y la ficción a través de nuestros dispositivos. Tampoco es algo muy diferente a lo que tenemos ahora, pero si mas evolucionado. Resulta curioso que los deepfakes se dieron a conocer al gran público a través del porno. Taylor Swift, Emma Watson o Scarlett Johansson fueron víctimas de estos vídeos en los que un algoritmo superpone sus rostros en los de actrices porno, con una fidelidad bastante digna. El siguiente paso lógico para este tipo de nueva tecnología era evidente: la guerra informativa. Y es que las posibilidades de estos deepfakes son casi ilimitados. Son muchos los que ponen el grito en el cielo ante este inminente "Infocalipsis" de noticias falsas y campañas de desinformación asistidas por inteligencia artificial. Este término fue acuñado por Aviv Ovadya, Jefe Tecnológico de dos centros importantes de medios e innovación periodística en las universidades de Michigan y de Columbia.  Sus preocupaciones pueden resumirse en estos puntos: 1 - La web y el ecosistema circundante son “muy poco saludables”. 2 - Los incentivos de las plataformas más importantes recompensan información engañosa y polarizante, o ambas cosas. 3 - Las plataformas como Facebook, Twitter y Google priorizan clics, call-to-action, anuncios y monetización sobre calidad de la información. 4 - La información tóxica es más adictiva. Hasta el mismísimo Papa Francisco está preocupado por esta situación. En un reciente mensaje, el portavoz del señor del espacio que lo creó todo asegura que la "astuta serpiente" de la Biblia fue "la artífice de la primera fake news de la historia" , que además llevó a "las trágicas consecuencias del pecado". Pues eso pecadores, el infocalipsis está cerca, que os coja informados.