Debates sobre Rojava: Entrevista con Carlos Taibo

La llamada Revolución de Rojava es un fenómeno complejo, pero ante el cual no podemos quedar indiferentes. Dado el desafío de comprender y posicionarse ante un proceso político tan lejano, es de especial interés conocer la visión de diferentes agentes politicos e intelectuales. En este caso, Carlos Taibo nos muestra su visión, contestando a preguntas como ¿Es Rojava una revolución? ¿Cuál es el papel del internacionalismo? ¿Cómo ha reaccionado la izquierda? ¿Cuál es la importancia global de Rojava?

TaiboRojaba
Ilustración de Enrique Flores ( http://www.4ojos.com/ ).
Debates sobre Rojava: Entrevista con Carlos Taibo

Entrevista original de Nueva Revolución

Carlos Taibo es un politólogo y escritor con una larga trayectoria intelectual a sus espaldas, pero de sus muchas obras marcadas por el compromiso social, cabe destacar su publicación Anarquistas de ultramar: anarquismo, indigenismo, descolonización (2018), en la cual dedica espacio a tratar la Revolución de Rojava, tema sobre el que se ha posicionado públicamente en diversas ocasiones. Esta entrevista no busca solo informar, sino tambien reflexionar sobre cómo desde occidente nos posicionamos y recibimos los procesos políticos en Kurdistán.

GUILLERMO MARTÍNEZ: La primera pregunta que había pensado hacer un poco de introducción y por saber de lo que hablamos era preguntarte que, si yo no supiese lo que es Rojava, de forma simple o general como me explicarías lo que es.

CARLOS TAIBO: Es un movimiento que afecta a una región del norte de Siria con mayoría de población kurda, y en el que al calor de lo que se ha llamado el confederalismo democrático se ha despertado una práctica incipientemente libertaria, de rechazo del estado, de apuesta por una economía colectiva autogestionada, de rechazo tanto del capitalismo como del socialismo de cuartel, de voluntad de colocar a las mujeres en el centro del proceso, y de escarbar en sabidurías ancestrales que creo que tienen que ver con un respeto razonadamente puntilloso del medio natural.

GM: Si tuvieses que destacar un elemento de Rojava, ¿cuál sería?

CT: Bueno, esa apuesta por una economía autogestionada desde abajo, que, aunque pueda ser más problemática de lo que parece (no hay nada perfecto en el mundo y en Rojava tampoco) me parece que esto es muy significativo en un escenario como el de Oriente Próximo, en el que todas las noticias que nos llegan son nefastas: Israel como gendarme regional, las monarquías de los petrodólares, los dictadorzuelos locales como Al-Ásad o Erdoğan etc. En ese escenario creo que es un proyecto sorprendente, tanto más cuanto que sigue esa dimensión feminista y esa dimensión, bueno, de rechazo de la etnia y de la religión como elementos identitarios. Más de la religión que de la etnia por decirlo todo, es verdad que esta es una circunstancia problemática, en qué medida es un proyecto nacionalista o no, pero me parece que canta mucho en el Oriente próximo, canta para bien.

GM: ¿Y si te preguntase si consideras que Rojava es una revolución, en qué sentido podrías decir que lo es o que no lo es?

CT: La palabra revolución es bastante equivoca, entonces, no tendría ningún problema en aceptarlo, pero admitamos que su alcance también es limitado, y si a la palabra revolución le damos un sentido maximalista como una transformación radical, pues yo diría que tal vez no es tan radical porque es un proceso que bebe, lo he dicho antes, de muchas sabidurías ancestrales, con lo cual, igual lo revolucionario es que no sea revolucionario ¿no?, es que consiga hilar fino y tirar de esas sabidurías ancestrales.

GM: La cuestión sería que si aceptásemos que es una revolución, en tanto que el paradigma al que estamos acostumbrados ahora mismo en Occidente sí que sería un contraste radical de alternativa de vida, y aceptando otra premisa más, la de que dentro de los movimientos, vamos a decir revolucionarios, en Occidente estamos en una fase de cierto, no hace falta decir derrotismo histórico, pero…

CT: De reflujo. [interrumpe]

GM: Sí, exactamente. Hablar de revolución en ambientes cotidianos no tiene el sentido ni el realismo que tenía antaño. Entonces, partiendo de esto, qué crees que implica el saber que en pleno siglo XXI ha habido un proceso como Rojava, vamos a decir una revolución como Rojava. ¿Qué implica para nosotros en Occidente saber esto, o que debería implicar?

CT: Bueno, sabes que yo sostengo que los dos elementos de esperanza son el uno, la posibilidad de que la conciencia de la proximidad del colapso provoque cambios en la actitud de los habitantes del norte rico, y dos, que lleguen respuestas para problemas que nosotros no somos capaces de encarar, de los países del sur, de gentes mucho menos carcomidas por las lógicas mercantiles del capitalismo. Y yo sitúo ahí a Rojava, como sitúo a Chiapas. Con posterioridad a ese libro yo me he sentido cómodo con esa teorización que habla de una mezcla de elementos precapitalistas y de elementos anticapitalistas, y eso es lo que veo fundamentalmente en Rojava. La dimensión precapitalista me parece cada vez más interesante, no es necesariamente una dimensión revolucionaria, pero es una dimensión resistente frente a la lógica del capitalismo, y una revolución tiene que empezar por la resistencia.

GM: De hecho, es curioso porque en realidad ese análisis es muy similar al que se hace desde el propio movimiento kurdo, es decir, el propio Öcalan ya hace un análisis muy parecido. Según el, históricamente ha habido, al menos en el pueblo kurdo, ciertas tendencias naturales relacionadas con la autogestión y la democratización de la sociedad, y como que ellos mismos lo interpretan como volver a las raíces de las comunidades humanas.

GM: Otro punto caliente que me interesa preguntarte es si consideras compatible apoyar un proyecto como Rojava con un pensamiento libertario. Al fin y al cabo, no deja de ser un proyecto vinculado con la importancia de los partidos, algunos incluso con tintes autoritarios, con el culto a la personalidad de Öcalan, con alianzas tácticas con Estados Unidos… Hay puntos polémicos y quería preguntarte si no es contradictorio.

CT: Bueno, ciertamente lo de Rojava ha suscitado alguna polémica en el mundo libertario, no creo que muy grande, yo me he encontrado a muy pocas gentes que, y con posiciones eventualmente distintas, no respaldasen lo de Rojava. Tengo ahora en mente una conversación de hace unos meses con un hombre de Valladolid, libertario, y él defendía que lo de Estados Unidos era una colaboración lamentable y que Rojava debía haber llegado a un acuerdo con Al-Ásad y con la izquierda… bueno, a mí me pareció que era demencial esa posición.

A ver, si has leído lo que yo escribo en ese libro, sabes que yo sostengo que hay dos interpretaciones distintas de lo de Rojava, la primera pasa por el cauce de Öcalan y del PKK. Öcalan un buen día se ve iluminado por la lectura de Murray Bookchin y decide de manera muy autoritaria sugerir que su partido debe dejar el Marxismo-Leninismo y asumir el confederalismo democrático. La segunda versión, que es la más libertaria, entiende que buena parte de las comunidades Kurdas inmersas en una lucha sin cuartel a menudo armada, contra cuatro estados diferentes y claramente derrotada en el terreno militar, en un momento determinado deciden con enorme inteligencia prescindir de la institución estado y construir una sociedad desde abajo. Asumo que Rojava es una combinación de esos dos elementos, no se puede explicar sin el PKK y Öcalan, pero lo del PKK y Öcalan no explican todo.

Hay un elemento natural de gestación de una sociedad alternativa, y creo que este segundo elemento atrae poderosamente al mundo libertario. En cualquier caso, atrae mucho más que otro tipo de experimentos que puedan hacerse valer por ahí, lo cual no implica que no haya divergencias. Lo de Öcalan y el culto a la personalidad a mí me resulta muchas veces extremadamente difícil de llevar, pero también tengo la sospecha de que los libertarios que están un poco obsesionados con criticar el papel de Öcalan tienen también su mitología personal de líderes y de santones que hace que su posición sea a veces un poco contradictoria.

GM: Entonces, ¿sí que crees que puede ser compatible una postura libertaria con apoyar estos proyectos?

CT: Es que creo que en el mundo libertario son muy escasas las voces que disientan de la solidaridad con Rojava, y de hecho creo que la solidaridad internacional con Rojava es fundamentalmente libertaria. Hay algunos pequeños partidos comunistas que están inmersos en eso, pero es fundamentalmente libertaria. Esto también plantea una discusión distinta, y es que al menos en España, yo creo que fuera del mundo libertario el conocimiento de lo de Rojava es muy marginal. Esta es mi experiencia, yo sé desde hace tiempo que cuando hablo de Rojava tengo que explicar lo que es, no bastan con mencionar porque la mayor parte de la gente, fuera del mundo libertario, no sabe lo que es Rojava. Quiero decir, la gente que puede asistir a una charla mía y que no está en el mundo libertario, y tal vez algunos del propio mundo libertario.

GM: ¿Y a qué crees que se debe que no haya trascendido tanto fuera del mundo libertario?

CT: En parte al bloqueo de los medios de comunicación que no están interesados en absoluto en esto de Rojava, y en parte porque el mundo el mundo libertario es un mundo marginal con una capacidad de alcance también limitada. Recuerdo ahora que hará un año y medio, durante una charla multitudinaria en Burgos organizada por un grupo cristiano (fue ahí donde me hablaron de este hombre, de Carlos Díaz, durante la cena posterior en la que éramos quince personas, cuando salió el tema resultó que nadie había oído hablar nunca de Rojava, y era gente inmersa en la lucha social. Esto me ha hecho pensar que aquí hay problemas graves de comunicación.

GM: Claro, pero, por ejemplo, del mismo modo que el mundo libertario ha conseguido llegar a eso, no ha pasado lo mismo desde otras órbitas que también son en principio anticapitalistas, como puede ser desde el marxismo. No al mismo nivel. ¿Crees que ha habido alguna cuestión política de fondo para que no se hayan visto tan atraídos por Rojava?

CT: Bueno, es que hay muchas posiciones distintas. Claro, Rojava es un fenómeno relativamente reciente, tiene seis, siete u ocho años, y buena aparte de esos partidos o grupos de los que me hablas han estado claramente embaucados en una actitud acrítica de apoyo a Al-Ásad en Siria. Entonces, la percepción era que Rojava no estaba por Al-Ásad, tampoco es que fuera particularmente confrontacional con Al-Ásad ya que tenía enemigos mayores, pero esto les ha alejado. Los propios acuerdos con Estados Unidos hicieron que segmentos de este tipo de izquierda recelasen de los kurdos, aunque al final Al-Ásad también ha llegado a sus acuerdos con Estados Unidos, no nos engañemos. También está de fondo una discusión más amplia sobre el mundo kurdo, que es la cuestión nacional. Entonces, yo creo que, en el Estado español, una parte de la solidaridad al margen del mundo libertario se ha volcado desde Cataluña, desde el País Vasco, y en menor medida desde Galicia, en gentes que le otorgan un relieve central a la cuestión nacional y saben lo que significa la cuestión kurda en el Oriente próximo, y eso ha generado cierta proximidad hacia Rojava.

Pero vuelvo a la carga con un argumento que acabo de utilizar, yo creo que buena parte de la militancia de estos grupos o partidos ni siquiera saben de la existencia de Rojava. El PCE, por ejemplo, últimamente he visto alguna declaración contra la intervención militar turca, pero, yo no sé si el PCE tiene una posición oficial con relación a Rojava, lo sabrás tú mejor. La posición del PCE es pro-Al-Ásad entonces entiendo que simplemente esa es la explicación fundamental, Rojava no les interesa.

GM: Sí, al final la condena de la invasión turca es en realidad una condena de la violación de las fronteras sirias, de la invasión del “norte de Siria”, pero no de Rojava.

CT: Dicho sea de paso, tampoco conozco en detalle lo que hayan podido decir sobre esto Esquerra Republicana, Bildu o el Bloque Nacionalista Gallego (BNG). Vi que el BNG se había solidarizado con Rojava tras los últimos hechos, hay ahí una sensibilidad distinta hacia este tipo de problemas, Chechenia o Kosovo en su momento, pero entiendo que en este caso el posicionamiento tiene más que ver con la cuestión nacional, con la opresión nacional, que con la identificación hacia un proyecto autogestionario en Rojava.

GM: Eso ha pasado mucho con la izquierda abertzale, donde están más concienciados que nosotros con el tema, e incluso hay un libro de Öcalan cuyo prólogo fue escrito por Otegui. Y al final el eje de todo esto es lo que tú dices, una identificación con la lucha de liberación nacional. Quiero retomar un tema muy importante que has mencionado, el de la solidaridad política, y preguntarte cuál es la función o el significado del internacionalismo hoy en día, de nuevo desde nuestro contexto. Es decir, desde el estado español, qué sentido tiene, o que función tiene, el internacionalismo político. Se han hecho movilizaciones, posicionamientos, actos, y aunque podemos tener información de lo que ocurre en Rojava, al mismo tiempo nuestra capacidad de incidencia, de afectar en la práctica en algo es más bien escasa. Teniendo en cuenta eso, ¿qué función política tienen estos actos de solidaridad política?

CT: Pues sospecho que tienen una función política hacia dentro de lo que somos nosotros, de lavar nuestra mala conciencia, de demostrar que existen proyectos ahí fuera que son importantes, que merecen ser respaldados y que dan fuerza a las ideas que estamos defendiendo. Pero infelizmente no creo que vayan a más. Claro, alguien dirá que tampoco es fácil que vayan a más…  No tiene que ver con tu pregunta, pero yo he echado de menos en el mundo libertario una alianza por Rojava. Me ha parecido que era una situación tan dramática que justificaba que organizaciones que tiene disensiones más o menos profundas buscasen acuerdos. No entiendo por qué la CNT, CGT, Solidaridad Obrera y los diferentes movimientos libertarios de corte autonómico no son capaces de crear una plataforma conjunta para que ese tipo de actos, de gestos de propaganda, de campañas luciesen más. Bueno igual es que a nadie se le ha ocurrido en el lugar adecuado preconizar eso, pero lo cierto es que no lo ha habido, y al final sospecho que estamos pensando más en nosotros mismos y en cumplir con el expediente de la solidaridad que con actuar de manera genuinamente solidaria.

GM: ¿Crees que también es importante para ser consecuentes políticamente? ¿Para ser conscientes del contexto global en el que estamos?

CT: Sí, es importante a efectos de recordar que hay modelos que son distintos de los que maneja la izquierda tradicional y que se aproximan a lo que estamos defendiendo, y me parece que eso es lo principal de Rojava. Pero subrayo, vuelvo a la carga con el argumento de que esto más bien llama la atención sobre el debate interno, cómo nos posicionamos, cómo nos enfrentamos con otras corrientes de la izquierda, antes que con un ejercicio genuino de solidaridad con Rojava que queda demasiado lejos. Con independencia de que hay gentes que, sí que han asumido ese ejercicio, tú lo sabes que han estado allí, como militantes o como cooperantes, pero bueno, creo que son una minoría.

GM: Entonces, si tuvieses que hacer un juicio de valor, es decir, partiendo de que Rojava como fenómeno que nos ha interpelado podría haber traído cierto viento fresco, ser un golpe de consciencia, de realidad ante lo que está ocurriendo en el mundo, de los procesos que siguen ocurriendo, aunque nosotros a veces pensemos que todo se ha parado, e incluso podría haber supuesto una motivación muy positiva de cohesión, de replantear de nuevo objetivos… En suma, hay muchas cosas que la revolución de Rojava podría haber fomentado en la izquierda. ¿Crees que ha ocurrido? O por el contrario, ¿si hubiese que rendir cuentas con los últimos años nos habríamos quedado cortos?

CT: Bueno, podría haber sido mucho mejor, pero yo creo que todo eso se ha dado. ¿Por qué el mundo libertario muestra genéricamente su solidaridad con Rojava? pues porque saben que hay un modelo en el que uno puede verse honestamente. Lo mismo ha sucedido con Chiapas y el zapatismo, y con otros movimientos incipientes, pero estos son los más claros. En Rojava está el elemento no muy evidente pero cierto del anarquismo a través de Bookchin, así como el hecho de que las voces cantantes que hablan en el exterior representando a Rojava normalmente elogian la revolución española de 1936, digamos que hay una serie de tics que acercan a unos y otros.

GM: Pues, ya para ir terminando, dejando estas cuestiones políticas, quería llevarlo a un plano más personal, y preguntarte por cómo ha sido tu encuentro con Rojava. La pregunta principal es cómo supiste de su existencia, ya que hemos hablado de que ha estado muy invisibilizada. Entonces, tú, a título personal, ¿cuándo y cómo fueron tus primeros encuentros con la existencia de este proyecto y de estas ideas?

CT: No sabría decirte, tengo mala memoria para estas cosas. Es posible que fuese a través de algún acto organizado por Rojava Azadî[1], que me pidieron que lo presentase, y yo escuché con mucha atención. También es muy probable que adquiriese algún libro en inglés, tengo una docena de obras sobre este tema. Me imagino que esos fueron los cauces, no desdeño que fuera leyendo alguna publicación anarquista canónica, que apareciese algún artículo, pero en términos estrictos no sabría decirte cuando escuché habar por primera vez de Rojava, no sabría decirte.

GM: Y desde que empezaste a implicarte en la cuestión, ¿has vivido un cambio en tu percepción, detectas una evolución en tu visión? Por ejemplo, en un primer momento hubo muchos grupos que interpretaron Rojava como una revolución anarquista en el sentido más panfletario de la palabra. Posteriormente se ha vivido un proceso de información, un proceso de realidad, e incluso a veces de decepción. Entonces, ya que ha habido tantos cambios de opinión, me interesa saber si ha habido una evolución en tu percepción sobre Rojava.

CT: No, a ver, yo procuro rehuir las definiciones ideológicas, no me gusta definirme como anarquista, pero si tuviese que hacerlo diría que soy un anarquista bastante heterodoxo, al que le interesan más los libertarios espontáneos, no ideológicos, que los anarquistas testosterónicos, por utilizar un término. Y en este sentido no creo que sea muy sospechoso de emitir críticas desde un fundamentalismo anarquista contra Rojava, pero ya te he dicho antes que a veces me molesta un poco lo del culto a la personalidad en la figura de Öcalan. Creo que, aunque sea una lucha legítima, bien que está en la cárcel, mi lectura de los hechos revela la pervivencia de determinados flujos jerárquicos ahí. Si alguien dice que esos flujos son en alguna medida necesarios en el terreno organizativo habida cuenta de la represión, admitiré que el argumento tiene algún peso y no lo desdeñaré, y aun así, mis divergencias fundamentales han ido por ahí y subrayo que yo no estoy obsesionado con la pureza de un proyecto anarquista, pero esa dimensión no me gusta, y aun así no ha impedido que siguiese mostrando mi solidaridad genérica con lo de Rojava.

Cuando yo en ese libro llamo la atención sobre la actualidad de un proyecto anarco-indigenista, lo pongo como un ejemplo que me parece que es central. E incluso estoy dispuesto a aceptar lo que has dicho antes, que Öcalan a quien yo no he leído… porque en realidad Öcalan hace muchos años que no escribe nada, ¿no?

GM: Creo que el último libro que escribió fue en 2008… no, espera, ha escrito después, ha escrito después.

CT: ¿Estás seguro?

GM: Cuando ha escrito ha sido en la cárcel precisamente.

CT: Es que el otro día estuve hablando con una amiga de Rojava Azadî y ella me dijo que piensa que su última comunicación fue una declaración en un juicio donde hubo un discurso de una hora. Pero igual tienes razón, no lo sé.

GM: Ahora me haces dudar. Los últimos años, precisamente por Rojava, ha estado muy incomunicado. Ese repunte de resistencia kurda también ha hecho que Turquía sea más agresiva. Pero, por ejemplo, Civilización capitalista que es la obra más reciente de Öcalan publicada en español es del 2008, y esta no es la última obra que ha escrito.

CT: ¿Pero estás seguro que fue escrita en 2008 o está publicada en 2008?

GM: En principio fue escrita en 2008 y publicada en turco en 2009 según la edición. [Señalo el dato en la propia obra]

CT: Tienes razón entonces.

GM: Pero esta no es la última obra de Öcalan, porque como mínimo está la obra que sigue a esta, Sociología de la libertad[2], que no ha sido traducida, pero tiene que ser posterior.

CT: Pero, ves, me sorprende un poco que en Turquía le dejen escribir en la cárcel.

GM: Ya, a mí es algo que también me perturba mucho.

CT: Me parece raro, como le pregunté el otro día a esta chica, es una muy buena amiga, con la que discuto de vez en cuando de estas cosas, si hay alguna biografía de Öcalan, yo no la conozco.

GM:¿Biografía? sí que hay, pero hasta donde sé no ha sido traducida.

CT: ¿Pero qué está, en kurdo?

GM: Claro, sí, o en turco.

CT: Bueno, como te decía antes, tengo la impresión de que Öcalan es consciente de esta discusión sobre los pueblos originarios, sus sabidurías ancestrales, que a mi es la que más me interesa. Que lo de Murray Bookchin… dicho sea entre paréntesis, pensador libertario con el que tengo ciertas diferencias de fondo, no es mi héroe intelectual.

GM: Precisamente, sobre esa emanación libertaria desde abajo, por decirlo de alguna forma, Öcalan leyó a Bookchin después de que…

CT: Es que de nuevo me sorprende mucho eso, que, en una cárcel en Turquía, en una prisión de máxima seguridad llegue un libro de Bookchin.

GM: Ya, yo no me lo explico, la única razón que se me ocurre para que además sus libros pudiesen salir es que en realidad eran defensas, eran documentos oficiales para el tribunal. En ese sentido, como habría observadores internacionales de derechos humanos igual tenían la obligación de dejarle entregar defensas por escrito… pero ya que recibiese esos libros, eso ya no lo entiendo.

CT: Igual estamos equivocados y es más liberal de lo que parece el sistema penitenciario turco, ¿no? [Tono sarcástico] No, o se me ocurre, que, en algún momento, cuando Öcalan decide apostar por una vía pacífica y de negociación, quizás las autoridades turcas le toleran que escriba. No sé, por eso me he preguntado si había alguna biografía de Öcalan porque esto me ha generado cierto misterio filológico. ¿No será un personaje ficticio? [Dice sonriendo]

GM: Ojalá. Yo lo he pensado muchas veces de este tipo de figuras, como con en el zapatismo el Subcomandante Marcos, que al final son figuras más bien simbólicas, porque el Subcomandante Marcos tampoco dirige el movimiento zapatista.

CT: Sabes que Marcos hizo un elogio de Colapso[3], en la radio zapatista, estuvo hablando 15 minutos y hay un momento glorioso…

GM: ¿De tu libro?

CT: Sí, y hay un momento glorioso en el que dice que el libro le gusta por dos cosas: una porque el autor escribe claro y lo que quiere decir lo dice con claridad, y dos porque utiliza fuentes solventes no como otros que se sirven de Google de YouTube o de Tinder.

GM: ¿En serio?

CT: De Tinder. Entonces, hay unos segundos de silencio y alguien le debe de estar diciendo “lo de Tinder, ¿qué tiene que ver con esto lo de Tinder?” Yo lamento no saber imitar el acento mexicano porque dice Marcos: “Bueno, bueno, bueno, lo de Tinder no, ave maría purísima.”

[Reímos]

Pero sobre lo que decías, de nuevo son personajes de perfiles nebulosos.

GM: Claro. Yo me he planteado a veces de sus libros que lo único porque son defensas que han pasado por un sistema penal, pero sino yo pensaría que podrían haberlos escritos fuera de la cárcel y haberlos firmado por Öcalan, para auto justificarse, y usarle como argumento de autoridad.

CT: ¿Y nunca has escuchado a alguien que sostuviese eso en serio?

GM: En serio en serio no, pero a mí no me parecería tan descabellado. Al final las teorías de Öcalan son muy de manga ancha, son muy abiertas e incluso ambiguas. Tienen un margen de aplicación que pueden ir desde el proyecto más socialdemócrata hasta el proyecto más radical. Entonces claro, en ese sentido es una ideología muy útil porque precisamente como Öcalan está fuera de juego, que también habría que plantearse hasta qué punto puede entender la realidad después de tanto tiempo de aislamiento, claro, no coarta al movimiento kurdo sino que más bien le da un fundamento político que le da alas. No limita para nada, en todo caso les da justificaciones para lo que ellos decidan. Entonces claro, hay temas un poco…

CT: Tengo que investigar eso.

GM: Yo leyendo a Öcalan me sorprendí muchísimo, porque no era para nada lo que me esperaba. No era para nada lo que me esperaba.

CT: ¿Te decepcionó?

GM: En parte. Pero aun así creo que a veces partimos del prejuicio en la izquierda occidental de que a una teoría revolucionaria una praxis revolucionaria y entre ambas hay un nexo directo. Öcalan abre puertas y plantea problemas que los propios kurdos deben resolver. Precisamente en el caso de Rojava eso se va al traste, es decir, no hay una manual político como lo entendemos aquí, puede que por su cultura política o por ese eje libertario espontáneo que comentabas antes, la relación entre Öcalan y Rojava es más compleja de lo que parece. Pero bueno, esto como debate se nos puede ir de las manos.

Volviendo a la entrevista como tal, y ya que antes comentábamos la dificultad para tener conocimiento sobre Rojava, quería preguntarte por los canales de información has utilizado para estar al tanto, en un sentido amplio.

CT: Libros fundamentalmente, libros que llegado el caso me han parecido repetitivos, se estaba repitiendo la misma idea siempre. Conversaciones con gente que está en esto de la solidaridad también.

Pero como dije antes yo no soy un experto en Rojava, me interesa como caso, alguno de los libros me ha planteado dudas sobre lo que había por detrás en la medida en la que creo que había un proyecto libertario ciertamente, pero al mismo tiempo se preservaban ciertas instituciones no tradicionales, sino propias de la administración de un estado, por lo cual habría ahí algún elemento contradictorio que probablemente era inevitable. Pero bueno, pese a todo repito lo que dije antes, es un argumento que he utilizado muchas veces en las charlas, en Oriente Medio eso es un lujo, es que está a años luz de cualquier otro tipo de proyecto.

Por muchas limitaciones que tengan no hemos hablado de una de ellas, lo he dicho antes, ¿este es un proyecto de nacionalismo kurdo o no lo es? En términos formales de discurso verbal no lo es, son muy conscientes y se abren a todo el mundo, pero claro, por detrás hay una matriz de nacionalismo kurdo y esto es innegable, y es moderadamente problemático aunque yo no soy una persona particularmente hostil al hecho nacional, entiendo que los kurdos se defiendan, pero sabes por ejemplo que la integración de la minoría árabe siempre ha sido problemática, bueno pues esto está también ahí, pero en fin, no son elemento que me inviten a…. como lo de Chiapas, yo tengo muchas dudas sobre lo de Chiapas, muchas veces me parece una realidad nebulosa. “¿Estos que están haciendo?”,”¿cómo toleran esto?”, realmente es un proyecto de…y entiendo que esto se presta a que determinadas modulaciones de la izquierda zorocotroca enuncien recelos como son proyectos tolerados por el sistema, bueno, lo entiendo, porque hay algunos elementos que justifican ese recelo.

GM: En fin, aunque me disgusta finalizar la conversación, los aspectos que más me interesaba plantear los hemos tratado bastante bien, si te parece bien creo que podemos dar la entrevista por terminada. Muchas gracias.

 

Esta entrevista ha sido realizada por Guillermo Martínez Cazón y forma parte de un conjunto de entrevistas a diferentes agentes políticos e intelectuales destinadas a esbozar la recepción política de Rojava en el Estado español. El objetivo es poder realizar una comparación que a partir de cada punto de vista refleje las diversas posiciones y debates existentes en nuestro contexto político. Actualmente están participando en las entrevistas intelectuales y organizaciones como Nazanín Armanian, CNT, Rojava Azadi Madrid, Azadi Plataforma Cataluña etc.

[1] Rojava Azadî Madrid es un colectivo cuyo ámbito de actuación tiene como eje la capital, y que trabaja por fomentar el conocimiento y la solidaridad con la revolución de Rojava y su modelo político, así como en general la lucha del pueblo kurdo por la paz. En esta labor han tenido un papel destacable dentro del contexto español. Pagina web: https://rojavaazadimadrid.org/

[2] Sociología de la libertad es el tercer volumen del Manifiesto por una civilización democrática, su primera edición es confusa, pero podría situarse en 2013. Actualmente está traducido al ingles y en vías de traducirse al castellano.

[3]Colapso. Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo (2017), una de sus obras más populares.

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