La escasez de microchips provoca una crisis global de producción

Aunque en su mayoría no se ven, los chips de las computadoras están en el corazón de los productos digitales que utilizamos diariamente y de los cuales dependemos tanto. Sin embargo, cuando los suministros se agotan las líneas de producción se detienen por medio mundo provocando una crisis como la que estamos observado actualmente. Debido a la fuerte demanda de dispositivos a raíz de la pandemia generada por el coronavirus, las principales empresas productoras se han visto abrumadas por la demanda y este hecho ha provocado la escasez global de microchips que ha parado líneas de producción de todo tipo de productos, desde móviles y videoconsolas hasta camiones y neveras. La industria automotriz, golpeada por la incertidumbre, ha sido una de las más afectadas en el Estado. Actualmente el tiempo medio para recibir un pedido de chips es superior a las 16 semanas y no se espera que la situación se normalice a nivel mundial hasta el 2022.

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Fuente: PIXNIO
La escasez de microchips provoca una crisis global de producción

¿De dónde viene el problema?

Los primeros indicios del problema empezaron a emerger el año pasado cuando los jugadores de videojuegos tuvieron que luchar para obtener nuevas tarjetas gráficas, Apple tuvo que escalonar el lanzamiento del nuevo iPhone y las últimas consolas Xbox y PlayStation no pudieron satisfacer la demanda de los usuarios.

Posteriormente, justo antes de Navidad, se informó de que la golpeada y entonces renaciente industria automotriz se enfrentaba a lo que se denominó como “el Armagedón de los chips”. Los nuevos automóviles a menudo incluyen más de 100 microprocesadores y los fabricantes simplemente no pudieron obtenerlos todos.

Desde entonces, una empresa de tecnología tras otra ha advertido de que también enfrentan limitaciones. Por ejemplo, Samsung reportó problemas para cumplir con los pedidos de los chips de memoria que fabrica para sus productos y los de otros. Y, por otro lado, Qualcomm, que fabrica procesadores y módems que alimentan la mayoría de los teléfonos inteligentes y otros dispositivos de consumo, afirmó que tenía el mismo problema.

Según subrayan ciertas fuentes, las medidas adoptadas debido a la pandemia generada por el coronavirus impulsaron las ventas de computadoras y otros dispositivos para que las personas afectadas pudieran trabajar desde sus hogares. Por otro lado, estas personas también compraron nuevos dispositivos destinados al ocio. Además, el despliegue de la infraestructura 5G también ha aumentado la demanda.

Mientras tanto, la industria automotriz registró una gran caída en la demanda y un recorte en sus pedidos. Como resultado, los fabricantes de chips cambiaron sus líneas de producción. Sin embargo, el tercer trimestre de 2020, las ventas de automóviles registraron un aumento, recuperándose más rápido de los previsto, mientras que la demanda de productos electrónicos de consumo continuó sin cesar.

Las cuarentenas y la crisis logística han jugado un papel, pero la principal causa del desabastecimiento ha sido la enorme demanda de dispositivos electrónicos. Solo en España el 24% de los ciudadanos ha adquirido nuevo equipamiento informático desde que comenzaron los confinamientos, según el CIS – ElDiario.es

En el mundo hay pocas fábricas que pueden producir circuitos integrados de última generación y la mayoría se encuentran en Asia. Aunque los procesadores se han convertido en un recurso indispensable en las sociedades digitalizadas, el mundo depende, según subrayan ciertas fuentes, de una empresa para abastecerse de los semiconductores con los que se fabrican. Se trata de la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), que, según los cálculos de Bain&Company controla el 60% de la producción global y el 90% del mercado de microchips avanzados. 

Casi todas las tecnológicas la subcontratan, mientras que la compañía presume de ser “la fundición de todos”. Sin embargo, la fuerte demanda de dispositivos a raíz de la pandemia ha sobrepasado las capacidades de la TSMC, provocando la escasez mundial de microchips que ha parado líneas de producción de todo tipo de productos, desde móviles y video consolas hasta camiones y neveras.

Los ordenadores, teléfonos móviles, tabletas o televisiones inteligentes son obviamente los dispositivos más afectados, pero la escasez se está notando "en todos los ámbitos" […] Con el avance del Internet de las cosas y los aparatos conectados, la necesidad de chips se ha universalizado y desde neveras a aspiradoras inteligentes acusan la crisis de componentes – ElDiario.es

La disponibilidad de los semiconductores y la fabricación de chips es una cuestión de importancia geoestratégica también en un mundo cada vez más conectado y digitalizado. Según ElDiario.es, aunque los mercados han comenzado a notar la carestía estos meses, “los pesos pesados del sector lo vieron venir muchos antes”.

Muchas de las plantas de ensamblado de microchips, que los ensamblan en los dispositivos tras recibirlos de la fundición de TSMC, se encuentran en China. Desde que estalló la guerra comercial entre Estados Unidos y el país asiático, las empresas comenzaron a acumular microchips para “cubrirse las espaldas” ante un posible veto de Donald Trump. “La pandemia terminó por desatar la compra del pánico”, subraya ElDiario.es.

Lo que nos pasó a nosotros al principio de la pandemia con el papel higiénico es lo que les ha pasado a muchas empresas chinas con los chips. Han acumulado este tipo de componentes para asegurarse la producción y eso también ha contribuido a la escasez en el mercado – Carlos Guadián, ElDiario.es

La crisis golpea a la industria automotriz

La crisis es global y está teniendo también un fuerte impacto en el sector de la automoción. Por ejemplo, la situación ha obligado a gigantes como Ford, General Motors o Toyota a parar. Según la firma de investigación IHS Markit, la escasez de chips ya ha puesto en riesgo la producción de 1.3 millones de automóviles y furgonetas a nivel mundial solo el primer semestre.  

Varias empresas se han visto obligadas a detener su producción de forma temporal. Los últimos casos son los de las fábricas de Stellantis (antes PSA) en Vigo y de Mercedes-Benz en Vitoria/Gasteiz. La planta de Stellantis en Vigo ha suspendido la actividad de los dos sistemas de producción debido a problemas de aprovisionamiento. Según comunicó la semana pasa la dirección de la planta, se tomó la decisión de suspender la producción desde el jueves pasado “hasta nuevo aviso”.

La planta viguesa aprobó a finales de marzo pasado la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), del que se desmarcaron los sindicatos CIG y CUT, para gestionar esta situación. La regulación afecta a trabajadores fijos a tiempo completo que hayan agotado otros mecanismos de flexibilidad, como la adecuación de jornada o la bolsa de horas, por un máximo de 60 días y tiene vigencia hasta final de este año – ABC

Estos parones temporales en la actividad de Vigo se han sucedido en varias ocasiones debido al escenario de incertidumbre que atraviesa el sector automotriz. Según apunta ABC, el director de la planta, Ignacio Bueno, mantuvo recientemente una reunión con el comité de empresa para informar de la situación y para confirmar que el escenario de “incertidumbre” se puede prolongar, aunque con la previsión de que “la situación más desfavorable” se viva durante el primer semestre de este año.

Mientras, la planta de Mercedes-Benz en Vitoria/Gasteiz también suspenderá la actividad de sus tres turnos de producción el 25 de mayo debido a la falta de suministros de un proveedor de cables. El paro afectará a todo el personal de los sectores de montaje bruto, pintura, y montaje final “con la excepción de aquellas personas que sean requeridas para llevar a cabo tareas de necesaria realización”.

Casi todos fabricantes han pactado ERTE o medidas de flexibilización de la producción por la escasez de microchips. Hay algunos modelos más afectados que otros dependiendo de la tecnología que lleven, pero en general todos los están porque no es que falta un solo tipo de microchip. Es que faltan todos […] Nosotros llevamos mucho tiempo avisando al Gobierno de que algo así podía pasar. La industria del automóvil utiliza muchos componentes de nueva generación y casi todos están externalizados, no solo a nivel nacional sino también europeo. Eso conlleva un riesgo que lamentablemente al final se ha cumplido. Es muy importante volver a traer la cadena de valor al territorio español – Jordi Carmona, secretario del sector de industrias automovilísticas de UGT en declaraciones efectuadas a ElDiario.es

¿Luz al final del túnel?

Actualmente, el tiempo medio para recibir un pedido de chips es superior a las 16 semanas. Este hecho, junto a las consecuencias que provoca, ha llevado a mover ficha a varios Gobiernos y empresas.

Hace una semana se supo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estaba dispuesto a gastar 50 billones de dólares del presupuesto público para relanzar la industria de los semiconductores, acercar la cadena de suministros, evitar retrasos en los pedidos y parones en la industria.  

Los cortes en las cadenas de producción han aumentado la tensión, y algunos senadores de EE.UU. han presentado propuestas para restringir la venta de la maquinaria y herramientas necesarias para la fabricación de chips a las empresas chinas. Mientras, Huawei, que fue el primer objetivo de los vetos de Trump, echa la culpa de la crisis a la política agresiva de EE.UU. por ser el causante del pánico generado en las empresas chinas.

La Unión Europea ha entablado conversaciones con TSMC e Intel para construir una planta en el continente y reducir la dependencia del exterior. Pero ambas compañías pretenden una inversión pública inicial que se acerca a los 10 mil millones de euros. Por otra parte, la empresa TSMC ha prometido invertir 100.000 millones de dólares en los próximos tres años para abrir nuevas plantas y ampliar la capacidad de producción. Su director ejecutivo ha prometido que para el próximo trimestre empezarán a relajarse las tensiones en la cadena de producción, aunque afirma que la situación no se normalizará hasta, al menos, el 2022.

Taiwán está haciendo todo lo posible, rozando incluso lo extremo, para que una de sus multinacionales más importantes pueda enfrentarse a la situación. Según el consultor tecnológico Carlos Guadián, en declaraciones recogidas por ElDiario.es, “el Gobierno está dando preferencia al uso de agua para la refrigeración de las plantas de microchips antes que para los campos de cultivo”. Añade que “los consumidores en Europa estamos notando un problema en la disponibilidad de aparatos electrónicos o por cómo aumentan los precios de determinados dispositivos, pero es que para los agricultores de Taiwán está suponiendo incluso quedarse sin agua para sus cosechas”.

Guadián subraya también que es posible que “la situación acabe derivando en un ascenso generalizado de precios”. Afirma que “ya está empezando a pasar en muchos modelos de móviles y de ordenadores”. “Al final es la ley del mercado y la alta demanda podría provocar un aumento del precio. TSMC también puede terminar dando prioridad a aquellos que paguen más, porque además están haciendo una importante inversión en nuevas plantas”, recuerda.

La escasez global y la guerra comercial no son los únicos desafíos al que se tiene que enfrentar la industria de los semiconductores, no obstante. Hay otro importante obstáculo según señalan algunos: “la tecnología de los microchips estaría a punto de tocar techo y agotar su potencial”.

Es cada vez más difícil diseñar chips más potentes, veloces y baratos. Hasta ahora se había conseguido cumplir la llamada ley Moore. Una ley empírica, postulada por el ingeniero y fundador de Intel, Gordon Moore, sobre la evolución de la tecnología electrónica. Según la ley de Moore, cada dos años se duplica el número de circuitos integrados instalados en cada microchip, lo que implica la mejoría de las prestaciones. Pero, según algunos especialistas, estaría empezado a fallar. Un escenario que podría separar el mundo entre los que pueden permitirse la última generación tecnológica y los que tendrían que recurrir al anterior – Giulio Maria Piantadosi, El Confidencial

Fuentes: BBC / El Confidencial / ElDiario.es / ABC / Motorpasion.com