La energía nuclear como elemento clave en la cooperación entre Rusia y Armenia

Actualmente, la energía nuclear juega un papel clave en la generación de electricidad a nivel nacional en Armenia. El país dispone de una central nuclear, la central nuclear de Armenia, que cuenta con un reactor nuclear en estado de operación (Unidad 2). De diseño y construcción soviético, el reactor representó el 27% de la producción eléctrica total en 2018. Desde hace varios años, Rusia está involucrada en la modernización de la planta, mientras que varias fuentes afirman que está también detrás del proyecto de construcción de una nueva central nuclear en el país. La cooperación ruso-armenia en materia nuclear inquieta a muchos, ya que no son pocos los que afirman que mediante la cooperación en materia atómica Rusia pretende aumentar su influencia en el país y en la región. La cooperación nuclear entra dentro de la estrategia energética rusa, entendida como una estrategia orientada tanto a la obtención de divisas como al aumento de la influencia en el tablero internacional. 

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Fuente: Flickr/Alexanyan
La energía nuclear como elemento clave en la cooperación entre Rusia y Armenia

A día de hoy, la energía nuclear es un elemento indispensable en la producción de electricidad a nivel nacional en Armenia. El país cuenta con una central nuclear, la central nuclear de Armenia, con un reactor en estado de operación (Unidad 2). En 2018, la producción eléctrica de la Unidad 2 de la central nuclear de Armenia representó el 27% de la producción eléctrica total. Es decir, suministró 2.1 TWh de electricidad. Las restantes fuentes en el mix energético fueron las siguientes: gas natural, 3.4 TWh (44%) y energía hidroeléctrica, 2.3 TWh (29%).

Ciertas fuentes afirman que Armenia puede satisfacer sus necesidades energéticas sin la producción nuclear, especialmente porque “exporta a Irán más de la mitad de la electricidad de la planta”. Defienden que las plantas térmicas y las fuentes renovables podrían reemplazarla. También subrayan que la central nuclear “ni siquiera ayuda a Armenia a lograr su objetivo declarado de independencia energética”, ya que la Federación Rusa, además de suministrar a Armenia la mayor parte del gas natural que consume el país, le proporciona la ayuda financiera, el combustible nuclear y los técnicos nucleares especializados para la central nuclear.  

Características de la central nuclear de Armenia

La central se encuentra cerca de la localidad de Metsamor (construida en 1969 para albergar a los trabajadores de la planta), a unos 30 km al oeste del centro de la capital del país, Ereván. Cuenta con dos reactores: la Unidad I, cerrado desde el 25 de febrero de 1989 y la Unidad 2, actualmente en funcionamiento. El dueño de la Unidad 2 es el Ministerio de Energía y Recursos Naturales de Armenia, mientras que su operador es el Closed Joint Stock Company Armenian NPP.

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Panorámica general de la central nuclear. Fuente: Google Earth

Las características de la Unidad 2 son las siguientes: Cuenta con un reactor del tipo PWR que es del modelo VVER-440 / V-270. En los reactores del tipo PWR (VVER en ruso), el combustible es uranio enriquecido, y el agua actúa como moderador de neutrones (ralentiza los neutrones para que aumente la probabilidad de que golpeen otros átomos de uranio) y como refrigerante. Su capacidad termal es de 1375 MWt, mientras que su capacidad eléctrica neta es de 423 MWe. Es decir, su eficiencia es del 30.76%.

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Reactores. Edificio en forma de T. Fuente: Google Earth

Según ciertas fuentes, además de estar ubicado en una zona sísmica, el reactor no dispone de un edificio de contención, es decir, una estructura reforzada de hormigón y acero que sirve para contener una eventual fuga radioactiva. Un accidente de máxima gravedad tendría serios impactos en el país. Además, en este caso, también se podrían ver afectadas de distinta manera países como Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Irán, la Federación Rusa y el sur de Europa. 

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Localización de la central nuclear de Armenia. Fuente: Google Maps 

La implicación de Rusia en la central nuclear de Armenia  

La Unidad 1 y la Unidad 2 de la central nuclear de Armenia fueron las primeras plantas soviéticas que se diseñaron para construirse en una región de alta sismicidad y fueron modificadas. La construcción de la Unidad 1 comenzó el 1 de julio de 1969, entró en fase operativa comercial el 6 de octubre de 1977 y cesó su actividad el 25 de febrero de 1989. La construcción de la Unidad 2 empezó el 1 de julio de 1975, y entro en su fase operativa comercial el 3 de mayo de 1980. Sin embargo, desde el 18 de marzo de 1989 hasta el 5 de noviembre de 1995 estuvo parada.

Las paradas de los reactores se dieron por el siguiente hecho: En diciembre de 1988 se produjo un fuerte terremoto en el noroeste de Armenia que provocó la muerte de al menos 25.000 personas. La planta, al estar a 75 kilómetros del epicentro del terremoto, continuó operando sin daños. Sin embargo, ambas unidades fueron cerradas en 1989 debido a las preocupaciones de seguridad relacionadas con la vulnerabilidad sísmica. Mientras que la Unidad 1 quedó clausurada, la Unidad 2 se volvió a poner en marcha el 5 de noviembre de 1995.

Según la Wold Nuclear Association (WNA), la decisión de reiniciar la Unidad 2 se tomó en 1993 debido a la severa crisis económica que sufría el país. Desde entonces, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha estado participando en las mejoras de seguridad de la planta, cuyo cierre estaba previsto en 2016, pero que continuará hasta que se ponga en servicio una nueva unidad.

Desde la WNA afirman que, en septiembre de 2013, Rusia anunció un acuerdo para emprender obras para extender la vida útil del reactor en diez años. En mayo en 2014, Moscú acordó proporcionar 300 millones de dólares para mejorar la planta y permitir la extensión de vida útil de la unidad hasta el 2026. En diciembre del mismo año se firmó un acuerdo intergubernamental.

En mayo de 2015, el parlamento armenio acordó aceptar una subvención de 30 millones de dólares de la Federación Rusa y aprobó un préstamo de 270 millones de dólares a 15 años al 3%. En julio de 2018, el primer ministro declaró que Armenia estaba trabajando para extender la vida útil operativa hasta el 2040. En diciembre, el OIEA completó una revisión de los aspectos de seguridad de la operación a largo plazo de la central. Hasta junio de 2020 se habían proporcionado 200 millones del préstamo, y según la WNA, el tramo final no se proporcionará debido a un desacuerdo sobre los términos.

Los únicos otros dos reactores de este tipo que siguen en funcionamiento son el Kola 1 y 2 en Rusia, y se han realizado trabajos similares, con aumento de potencia y extensión de la vida útil de funcionamiento a 60 años - WNA

Según la publicación Nuclear Engineering International, a mediados de abril de 2021, la Coporación Estatal de Energía Atomica Rosatom (Rusia) seguía efectuando los trabajos de mejora en la Unidad 2. Actualmente, según la misma fuente, la planta está cerrada por una interrupción programada prolongada de remodelación de 114 días.

El combustible nuclear que se “quema” en el núcleo de la Unidad 2 es proporcionado también por la Federación Rusa. Sin embargo, según la WNA, esto generó una deuda externa significativa valorada en unos 40 millones de dólares. Como resultado, la planta ha sido operada por una subsidiaria de RAO UES y Rosenergoatom desde 2003, como parte de un acuerdo para ayudar a pagar esa deuda a la compañía rusa TVEL. Este acuerdo actualmente es con la compañía rusa Inter-RAO.

Desde la reapertura de la estación atómica de Metsamor, Moscú ha estado muy involucrado en cada paso, desde las áreas técnicas hasta las financieras, en la actualización de la planta. […] La soberanía energética armenia está severamente restringida como resultado de sus tratos con las compañías energéticas rusas. Casi todas las infraestructuras importantes relacionadas con la energía en el país son propiedad de empresas rusas. Armenia tiene que hacer grandes compromisos cuando se trata de inversiones energéticas rusas - Nina Miholjcic (2018)

¿Construirá Armenia una nueva central nuclear?

Según Tigran Melkonian, jefe del Ministerio de Infraestructura y Gobierno Local del Departamento de Energía de Armenia, en declaraciones efectuadas en marzo, “la extensión de la vida operativa de la central nuclear existente no significa que el Gobierno armenio no tenga la intención de comenzar a construir una nueva central nuclear”.

El Gobierno tomará una decisión teniendo en cuenta la confiabilidad del sistema energético, las tarifas y regímenes de exportación, la cantidad de financiamiento y las fuentes. Antes de eso, se desarrollará un programa sobre qué capacidad tendrá el reactor y en qué plazo y con qué financiamiento se construirá. En cualquier caso, ese es el objetivo y estamos ajustando nuestro trabajo, que incluye la extensión de la vida del reactor nuclear existente y su futura sustitución por uno nuevo - Tigran Melkonian, jefe del Ministerio de Infraestructura y Gobierno Local del Departamento de Energía de Armenia. Declaraciones recogidas por Radio Free Europe el 19 de marzo de 2021

Sin embargo, la obtención necesaria de divisas para la financiación de una nueva planta nuclear ha sido un problema debido al hecho de que el país no ha podido atraer inversores privados según Nuclear Engineering International. Además, en el pasado, tanto Turquía como Azerbaiyán se opusieron a los planes de Armenia. No obstante, debido a que Turquía está construyendo una central nuclear, Akkuyu (con participación rusa), y Azerbaiyán está considerando construir una, esa oposición es un problema menor actualmente.

A principios de abril de este año, el Primer Ministro armenio Nikol Pashinián y el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin discutieron la posibilidad de la participación de Rusia en la construcción de una nueva planta de energía nuclear en Armenia. Estas fueron las primeras conversaciones reconocidas de alto nivel sobre esta posibilidad, según afirma Nuclear Engineering International.

El embajador ruso en Armenia, Sergei Kopyrkin, confirmó en una entrevista con Sputnik Armenia el 12 de abril que “estaban discutiendo sobre la propuesta de construir una nueva planta de energía nuclear”. Según Sputnik Armenia, “si este tema se discutió antes entre jefes de Estado, entonces no hubo informes oficiales al respecto. Dado que esta vez las partes ya están hablando públicamente sobre la próxima asociación, se puede asumir que ya existe una decisión fundamental al respecto”.

La WNA, sin embargo, ofrece más detalles sobre el proyecto de una posible nueva planta: 

  • En 2007, Armenia adoptó una nueva estrategia energética centrada en la seguridad del suministro mediante la diversificación y el uso de la energía nuclear, además de las tecnologías renovables. Aquel mismo año, el Ministro de Energía anunció un estudio de viabilidad para una nueva unidad en Metsamor. La investigación se llevó cabo con la ayuda de Rusia, Estados Unidos y el OIEA. En ese momento se creía que la nueva central estaría en línea en el 2016.
  • En febrero de 2009, el Gobierno armenio anunció la licitación de una nueva unidad de 1000 MWe, la Nueva Unidad Nuclear de Armenia (ANNU). En mayo se eligió a la empresa australiana Worley Parsons para administrar el proyecto. En junio se firmó un contrato de gestión de 460 millones de dólares. Ese mismo mes se aprobó la legislación que prevé la construcción de hasta 1200 MWe de nueva capacidad nuclear en Metsamor a partir de uno o más reactores. En diciembre de ese mismo año, el Gobierno aprobó la creación de Metzamorenergoatom, una sociedad anónima ruso-armenia creada al 50% por el Ministerio de Energía y Recursos Naturales de Armenia con la rusa Atomstroyexport. El proyecto trataba de la construcción de una unidad AES-92 de 1060 MWe (con un reactor del modelo VVER-1000 V-392) con una vida útil de 60 años.
  • En marzo de 2010 se firmó un acuerdo con la Corporación Rosatom para el suministro de los equipos del reactor V-392. A principios de agosto de ese mismo año se firmó un acuerdo intergubernamental que establecía que la parte rusa construiría al menos un reactor VVER-1000, le suministraría combustible nuclear y lo desmantelaría. La construcción debía comenzar en 2013 y se esperaba que costara 5 mil millones de dólares. El cliente y el propietario de los nuevos reactores, así como de la electricidad generada, sería Metzamorenergoatom, mientras que Atomstroyexport sería el contratista principal. Armenia se comprometió a comprar toda la electricidad producida a tarifas comerciales, lo que permitiría el retorno del capital a los inversores. Metzamorenergoatom financiaría no menos del 40% de la construcción. A principios de 2012, Rusia acordó financiar el 50%, aunque a finales de 2013 se informó que era el 35%.
  • En marzo de 2011 se presentó el informe de evaluación ambiental al Ministerio de Protección de la Naturaleza.
  • En mayo de 2014, el Gobierno aprobó la construcción del nuevo reactor. En julio de ese mismo año, el Ministro de Energía armenio afirmó que se esperaba que Moscú proporcionara una planta por valor de 4.5 mil millones de dólares de un total de 5 mil millones de dólares.
  • En diciembre de 2015, el Gobierno armenio aprobó las “Vías de desarrollo a largo plazo (hasta el 2036) para el sector energético armenio”. Se reafirmó la necesidad del desarrollo nuclear para garantizar la seguridad e independencia energética para 2027.

Tenemos solo dos instalaciones que garantizan la seguridad energética [del país]. Se trata de la central hidroeléctrica Vorotan Cascade y [Metsamor]. No es sin razón que la nueva estrategia establece que Armenia debe tener un sistema de generación [de energía] armonioso de tres componentes, y la energía nuclear es una parte integral de nuestra estrategia de seguridad energética - Ara Marjanian, experta de las Naciones Unidas en energía en Armenia

La cuestión geopolítica

Según subraya la analista Brenda Shafer, desde finales de la década de 1990, la Unión Europea ha impulsado en repetidas ocasiones a Armenia a cerrar la central nuclear como parte de un programa destinado a cerrar plantas nucleares consideradas peligrosas, incluidas algunas que se encuentran en la UE. De hecho, Lituania, Bulgaria y Eslovaquia acordaron cerrar sus reactores nucleares como condición para unirse a la UE.

Shafer afirma que Armenia acordó cerrar la central nuclear en 2004 como parte de un acuerdo de 1998 con la UE. Subraya que la UE “incluso había proporcionado a Armenia fondos para cerrar la planta y encontrar suministros energéticos sustitutivos”. Sin embargo, Armenia no utilizó, según Shafer, los fondos para realizar la transición de su sector energético, lo que llevó a la UE a congelar el préstamo en 2005. Según afirma el analista Mushvig Mehdiyev, “los posteriores acuerdos formales de cooperación entre la UE y Armenia, incluidos los de 2006, 2011, 2016 y 2017, no lograron producir un acuerdo final para el cierre y desmantelamiento de la planta de Metsamor.

[Para saber más sobre la relación entre la UE y Armenia en lo referente a la central nuclear, visitad el siguiente enlace]

En diciembre de 2020, la Comisión Europea reafirmó la posición de la UE afirmando lo siguiente, según Shafer:

La planta de energía nuclear ubicada en Metsamor no se puede actualizar para cumplir plenamente con las normas de seguridad nuclear aceptadas internacionalmente y, por lo tanto, requiere un desmantelamiento más cercano y seguro. Es necesario adoptar rápidamente una hoja de ruta o un plan de acción para abordar esto, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar la seguridad energética de Armenia y las condiciones para el desarrollo sostenible – Comisión Europea

Sin embargo, según la organización Nuclear Threat Initiative (NTI), la Unión Europea ha aceptado el plan de ampliación de la central.  La NTI subraya que organismos de expertos y representantes de la región también han expresado su preocupación sobre la posibilidad de que ocurra un accidente en la central nuclear, dada la antigüedad del reactor y el historial de actividad sísmica. Concretamente, Turquía y Azerbaiyán han expresado en numerosas ocasiones sus preocupaciones sobre la seguridad y protección de la central nuclear.

En una declaración ante el Consejo de Seguridad de la ONU en 2012, el Representante Permanente de Azerbaiyán ante las Naciones Unidas expresó reservas con respecto a la seguridad de la planta de Metsamor en el contexto de un debate sobre la prevención del tráfico nuclear. En la Conferencia y Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente de mayo de 2015, el Ministro de Energía de Turquía llamó a los ambientalistas a marchar en protesta por la planta calificada como obsoleta e insegura – NTI

Sin embargo, todas estas preocupaciones sobre la seguridad de la central nuclear pueden tener un fondo más político que técnico. Es decir, aunque Armenia haya invertido millones de dólares en actualizaciones de seguridad destinadas a la Unidad 2 de la central nuclear de Armenia, países como Azerbaiyán o Turquía y ciertas organizaciones advierten de su peligrosidad y del riesgo de una catástrofe. A día de hoy, no obstante, ¿es tan insegura la central?, o ¿existen otras razones para que se fomente desde ciertas direcciones su cierre?

Mediante la cooperación en materia de energía nuclear, Rusia fortalece su posición en Armenia, además de generar divisas. Mediante la transferencia de tecnología nuclear, la emisión de préstamos, los trabajos de actualización y la transferencia de combustible, el programa nuclear armenio está atado a la Federación Rusa. Este hecho produce malestar en varios frentes por el hecho de que aumenta la capacidad de influencia de la Federación Rusa.

Sin embargo, Rusia de hecho ya es un tradicional aliado de Armenia en otras materias como en la seguridad y la protección militar. Moscú ha permanecido presente en el país desde 1995, actuando como el protector de Armenia en las relaciones internacionales. Por ejemplo, la base 102 y los aviones estacionados en los aeródromos de Gyumri y Erebuni son contingentes militares rusos situados en territorio armenio. Además, mediante el acuerdo de seguridad firmado, en caso de que el país se vea amenazado, Rusia tiene el deber de intervenir en favor de Armenia.

La analista Nina Miholjcic no es muy optimista, y afirma que la presencia militar “ha servido como un instrumento eficaz de injerencia en la política armenia, y también representa una de las estrategias de Rusia para contrarrestar los intereses de la OTAN en la región del Mar Negro”. Miholjcic añade lo siguiente:

La relación nuclear ruso-armenia es profundamente preocupante no solo para Occidente, sino también para otros países de la región en general. En primer lugar, si esta cooperación continúa, la influencia rusa podría aumentar en la región del sur del Cáucaso. […]. Esta cooperación parece ser parte de una estrategia nuclear rusa más amplia. Junto a la considerable inversión en su programa nuclear nacional, Rusia ha dado prioridad a las exportaciones nucleares para promocionarse como un especialista mundial en tecnología e ingeniería nucleares. […]. Los recientes acontecimientos en la cooperación nuclear entre Rusia y Armenia han dejado a muchas partes preguntándose qué podría significar esta amistad para las ya complicadas relaciones regionales. Azerbaiyán y Georgia están muy preocupados por el aumento de la cooperación nuclear entre Rusia y Armenia, ya que tales relaciones implican no solo acuerdos energéticos, sino también control político y financiero sobre los asuntos internos armenios. […]. - Nina Miholjcic (2018)            

En el contexto de la creciente beligerancia por parte de ciertos países occidentales hacia Rusia, la cooperación nuclear guiada desde Moscú crea tensión. Esta tensión se explica, sobre todo, porque la consolidación de Rusia como actor clave en materia energética en el tablero internacional, además de obstaculizar la consolidación de ciertos actores, como Estados Unidos, aumenta la esfera de influencia de la Federación de Rusia.

A día de hoy, sin ningún atisbo de duda, la cooperación nuclear entra dentro de la estrategia energética rusa, entendida como una estrategia orientada tanto a la obtención de divisas como al aumento de la influencia en el tablero internacional, donde en el caso de Rusia un recurso como el gas sigue siendo el principal elemento generador de riqueza y de influencia exterior.