Aleksei Navalni: quién, por qué y para qué envenenaron al líder opositor ruso [Actualizado]

El activista ruso Aleksei Navalni se encuentra en coma tras (presuntamente) haber sido envenenado. Ha sido evacuado a Alemania, donde lleva ya más de una semana, pero ni los médicos rusos, ni los alemanes han sabido explicar lo que le ha sucedido. Mientras, multitud de diferentes versiones y comparaciones con otros casos llenan los noticiarios. Analizamos a fondo todo lo que se sabe hasta ahora sobre este complejo caso.

Aleksei Navalniy junto a su esposa
Aleksei Navalniy junto a su esposa. Fotos: Pablo González.
Aleksei Navalni: quién, por qué y para qué envenenaron al líder opositor ruso [Actualizado]

[Actualizado el 2 de septiembre con últimos datos al final del texto]

El 20 de agosto Aleksei Navalni estaba viajando desde la ciudad de Tomsk a Moscú en avión de la compañía rusa S7 cuando empezó a encontrarse mal. Acudió al baño y allí empezó a gritar hasta perder la consciencia. La tripulación decidió aterrizar de urgencia en el aeropuerto de Omsk. Una ambulancia lo llevó directamente desde el avión a un hospital, donde fue ingresado de urgencia. Los médicos consiguieron estabilizar al activista anti corrupción y lo introdujeron en un coma artificial.

Así es como empezó el caso de un envenenamiento más de un personaje contrario al Kremlin. Según Kira Yarmysh, la secretaria de prensa de Navalni, lo único que él había bebido o comido ese día fue un té en el aeropuerto de Tomsk. El té se lo compró uno de los acompañantes de su equipo en la cafetería del aeropuerto. 

Kira Yarmysh y Aleksei NavalniKira Yarmysh y Aleksei Navalni

 

Enseguida aparecieron diferentes versiones sobre el envenenamiento, lo que sin duda ha provocado no poco nerviosismo en la administración Putin, ya que casi todas las versiones giraban sobre la responsabilidad del Kremlin por este envenenamiento. A pesar del ruido mediático y una resistencia médica inicial, rápidamente quedó claro que Moscú estaba dispuesta a ayudar en una investigación lo más rápida posible del incidente, todo ello a pesar de las restricciones debido a la pandemia del COVID-19. 

Ya el 22 de agosto Navalni voló a Alemania en un vuelo especial en un avión medicalizado. Aunque podría haberlo hecho incluso el 21 a finales del día, pero los pilotos alemanes dijeron que según el convenio les tocaba descansar ese día. A pesar de todo ello, a día de hoy, más de una semana después, y con Navalni en Alemania desde hace días, siguen sin aparecer respuestas a las principales preguntas, algunas tan elementales como con qué fue envenenado exactamente el activista.

Aleksei Navalniy dirigiéndose a la multitud

Figura pública

Aleksei Navalni (Butín, región de Moscú, 1977) es una figura bastante popular en Rusia. Este economista convertido en bloguero anti-corrupción y político lleva desde 2004 en la vida pública, teniendo ya una trayectoria bastante dilatada para poder ser analizada y sacar ciertas conclusiones. 

A Navalni se le considera el principal líder de la oposición y luchador contra la corrupción en Rusia. Recientemente, sus actividades se han centrado en dos áreas, la denominada "votación inteligente" e investigar los esquemas que utiliza la élite rusa para enriquecerse mediante diferentes esquemas en los que se mezclan tratos de favor, políticos, empresarios, encubrimientos y otros componentes que forman en conjunto la corrupción. 

La “votación inteligente” es una estrategia destinada a buscar el apoyo de cualquier candidato contrario al Kremlin en las elecciones de cualquier nivel. Mediante esta maniobra se busca arrebatar a Rusia Unida, el partido en el poder, cualquier cargo elegible. Aunque también es cierto que Navalni hace suya cualquier victoria opositora, no siempre su apoyo mediante esta estrategia es clave o siquiera un componente importante. 

El propio Navalni no se puede presentar a las elecciones ya que tiene antecedentes penales por un caso de corrupción, aunque él niega ser culpable y defiende que fue un proceso politizado. Aun así, antes de que la sentencia fuera firme, quedo segundo en las elecciones a la alcaldía de Moscú en 2013. Por ello se le considera una especie de coordinador en la lucha por la democratización y la transparencia de la administración pública. Como tal, es muy popular y tiene muchos seguidores. Numerosas fundaciones occidentales también apoyan sus actividades, aunque no lo hagan de manera directa en los últimos años por las limitaciones introducidas en Rusia sobre la financiación extranjera.

Al mismo tiempo, a diferencia de los políticos ultraliberales como, por ejemplo, la fallecida Valeria Novodvorskaya, que abogó por el desmantelamiento completo del aparato estatal ruso y defendió introducir el control externo en la Federación de Rusia, a Navalni no se le puede llamar un político antirruso. En 2008, apoyó firmemente la operación rusa de mantenimiento de la paz en Osetia del Sur, y en 2014, ante la indignación de muchos liberales, dio la bienvenida al regreso de Crimea a la Federación de Rusia. 

En general, Navalni tienen un discurso bastante desafiante, pero a la hora de la verdad se le puede incluso calificar de constructivo en sus iniciativas y está dispuesto a dialogar con las autoridades. Quizás por eso el Kremlin no intentó deshacerse de él por la fuerza mediante la prisión o el exilio y le ha proporcionado ayuda administrativa siempre que le ha hecho falta al activista. Así en 2017 cuando unos activistas pro-Kremlin le arrojaron productos químicos a la cara afectándole el ojo, Navalni recibió al momento el pasaporte para viajar a Barcelona para tratarse allí en una clínica. 

Sus dos causas penales solo lo excluyeron de la participación directa en campañas electorales, pero no interfirieron con sus actividades. La organización de protestas ilegales en 2019 en Moscú, que terminaron en numerosos arrestos, no tuvo consecuencias para él, y a los partidarios de Navalni les costó 30.000 rublos (unos 400 dólares) en multa por persona. Durante mucho tiempo, se creó la impresión de que los líderes rusos se relacionan con un político no sistémico según el principio: "mejor lo malo conocido". Es por eso que la historia del envenenamiento de Aleksei Navalniy y su evacuación de emergencia a Alemania despierta muchas cuestiones, pero tampoco hubiera sido posible sin la intervención directa del Kremlin, ya que entre otras cosas por sus procesos penales Navalni en teoría no puede viajar al extranjero, algo que hace de manera asidua y sin problema alguno.

Muchos medios de comunicación rusos, en particular el periódico Kommersant, dan una cronología casi minuto a minuto de lo que sucedió después de que el avión con Navalni a bordo aterrizara en el aeropuerto de Omsk. Fue llevado de inmediato al departamento de toxicología del hospital local y comenzó su tratamiento y examen. En las primeras pruebas los médicos rusos no identificaron cual podría ser el origen de la crisis sufrida por Navalni. Su diagnóstico, un tanto general y poco concreto, fue que Navalni había sufrido la crisis debido a una drástica bajada de azúcar en sangre. Ello según los médicos rusos podía deberse también a alguna sustancia del tipo antipsicótico o neuroléptico. Así mismo le proporcionaron entre otros tratamientos atropina, que posteriormente se verá como el tratamiento correcto. 

Aleksei Navalni y su mujer YuliaAleksei Navalni y su mujer Yulia

 

En menos de 24 horas y a petición de los parientes y partidarios de Navalny, se le permitió ser transportado a Alemania para recibir tratamiento. En medio de una pandemia, un permiso emitido de una manera tan urgente no lo fue por un procedimiento normal, sin demasiadas dudas el permiso tuvo que ser acordado desde lo más alto del estado ruso. Ya a la mañana siguiente, un avión de reanimación alemán, pagado por la Fundación Cinema for Peace, aterrizó en el aeropuerto de Omsk para llevarse a Navalni.

Su estado desde que ingresó es en coma inducido de segundo grado y conectado a una maquina de respiración artificial, estado en el que sigue a este 1 de septiembre en Alemania. 

Tampoco quedaron fuera de ciertas dudas los médicos alemanes y su eficiencia. Al llegar a Omsk, estos por lo visto se negaron a ir al hospital para examinar al paciente y prefirieron ir a descansar al hotel. Solo cuatro horas después de su llegada, aceptaron la oferta de sus colegas rusos de realizar una inspección conjunta y luego regresaron al hotel, porque acordaron que no era conveniente transportar a Navalni en su estado en ese momento. Como resultado, el transporte se pospuso durante casi un día, incluso debido a los requisitos de los sindicatos alemanes para que los pilotos descansaran, aunque la parte rusa expresó su disposición a acelerar el vuelo. Como resultado pasaron casi 20 horas entre el momento en que la brigada llegó a Omsk y el momento en que voló a Alemania con Navalni.

En Alemania de momento se ha hablado de envenenamiento, pero tampoco de manera oficial y clara. Sobre todo se ha utilizado el término "intoxicación", que puede significar cualquier cosa desde una sobredosis de drogas hasta problemas de alcohol o procesos inflamatorios en el cuerpo, entre otras muchas causas.

Es cierto que de los escasos comunicados de prensa de Charité se desprende que continúan el curso de tratamiento que comenzaron los rusos. Según sus análisis la sustancia que ha provocado la crisis podría ser una utilizada en la fabricación de pesticidas, pero también de otras sustancias como el supuesto veneno “Novichok” utilizado contra Skripal, pero a día de hoy no se han dado explicaciones específicas de qué tipo de intoxicación tiene Navalni. Sin embargo, en diferentes medios ya existen opiniones de expertos que después de cierto tiempo el veneno en el cuerpo es muy difícil de detectar, y los síntomas se pueden interpretar de diferentes formas.

Los últimos datos hablan de que laboratorios militares de Alemania y Reino Unido han recibido muestras y habrá que ver que resultados dan tras ser analizadas allí. Luego sería interesante saber si es posible cotejarlas con muestras que más que posiblemente hayan hechos los médicos rusos antes de entregar a Navalni. Sorprende así mismo la paciencia que tienen los seguidores de Navalni con los especialistas alemanes, que tras más de una semana allí, siguen sin un pronunciamiento claro. Mientras que a los médicos rusos se les exigía unas respuestas inmediatas. 

Aleksei Navalniy dirigiéndose a la multitud

Hipótesis

En las primeras publicaciones de todo el mundo, que hablaban del posible envenenamiento de Navalni, se comparaba su situación con el envenenamiento de Sergei Skripal, un oficial de inteligencia ruso que trabajaba para los británicos, o con el caso del ex espía Litvinenko, que dejó Rusia para unirse igualmente a los británicos. Tampoco cabe olvidar casos como el Vladimir Kara-Murza, dos veces envenenado y salvado por médicos rusos, o el del hombre de negocios (o traficante de armas para algunos) búlgaro Emilian Gebrev.

En todos estos casos se ha acusado a los servicios secretos rusos de estar detrás del envenenamiento, pero no solo Litvinenko ha fallecido de todos ellos y es el único caso en el que la trama señala directamente a agentes secretos rusos. En el caso de Skripal, a pesar de la presencia de dos agentes rusos en la ciudad, no se ha podido demostrar su participación en el supuesto intento de asesinato. 

Con bastantes similitudes con el de Navalni es el caso de Vladimir Kara-Murza. Dos veces el que fuera ayudante de Boris Nemtsov ha sido ingreso en estado crítico en hospitales rusos y en ambos casos los médicos han conseguido salvarlo, aunque no se ha identificado el origen de sus crisis. El propio Kara-Murza ha entregado análisis en Israel y los EE.UU., y en ambos casos estos no han encontrado rastro alguno de veneno. Otro caso con ciertas similitudes y tras lo cual el paciente también acabó en la misma clínica alemana que Navalni, fue el de Petr Verzilov, activista ruso. Verzilov sobrevivió, pero los médicos no encontraron las causas de la crisis que sufrió. 

Por ello surge la pregunta de por qué envenenar a un desertor que ya había pagado su deuda en una prisión rusa, o a un político poco relevante como Kara-Murza o ahora al teórico líder de la oposición rusa al cual el Kremlin ha cuidado antes.

Después de todo, si Navalni muere se convertiría en un símbolo de la lucha contra el actual régimen ruso y sería más peligroso. Su equipo, que tiene suficientes figuras destacables y más jóvenes como Sóbol o Volkov, continuará con seguridad con su trabajo.

Además ello podría suponer nuevas sanciones contra Rusia similares a las ocurridas por el caso Magnitski, un abogado muerto bajo custodia policial en 2009 tras 11 meses en prisión tras denunciar corrupción de alto nivel en Rusia. 

Lyubov Sobol dirigiéndose a la multitudLyubov Sobol

 

Otra duda que surge es si el Kremlin ha caído en un trampa, propia o de extraños, al dejar que Navalni sea llevado a Alemania. En un intento de ser lo más transparente posible no podían permitirse dejar a Navalni en Rusia, los hubieran acusado, y de hecho se hizo, de ocultar información sobre su envenenamiento. Por otro lado al dejarle ir a Alemania, significa que Moscú no puede ni recibir toda la información sobre las causas del envenenamiento, ni tampoco puede comprobar que los resultados que allí se obtengan sean los auténticos. 

¿Qué puede significar el largo silencio de los médicos alemanes? ¿El examen es difícil o está esperando instrucciones sobre el diagnóstico final? Una cosa está clara, no importa cómo la situación haya cobrado vida, Navalni era mucho menos peligroso para el Kremlin con su actividad normal, que estando en coma, y más aun si repite el destino de Litvinenko y Skripal. En el Kremlin deben entender esto, y que todas las iniciativas de Navalni seguirían funcionando sin él. Por ello Rusia claramente necesita la investigación más abierta posible del caso sobre su envenenamiento, y en caso de encontrar a algún responsable aunque este pertenezca a las estructuras del estado y lo haya hecho por iniciativa propia, se tiene que hacer público. En caso de que la orden fuera del Kremlin, no se entiende entonces que lo hayan dejado salir del país, y antes que los médicos estatales le hayan salvado la vida. 

ACTUALIZACIÓN 02.09.2020

Las autoridades alemanas han comunicado que según un laboratorio militar alemán en los análisis que le han hecho a Aleksei Navalni hay restos de "un agente químico nervioso del grupo Novitschok”. Además las autoridades alemanas instan al gobierno ruso a dar explicaciones al respecto. Es de suponer que de aquí en adelante habrá una gran campaña mediática por el caso. Llama la atención que Rusia haya dejado salir al activista después de presuntamente envenenarlo y salvarlo.

El comunicado oficial se puede leer aquí en alemán. A continuación el texto traducido de manera automática con mínimos arreglos:

A instancias de la Charité - Universitätsmedizin de Berlín, un laboratorio especial de la Bundeswehr llevó a cabo una prueba toxicológica con muestras de Aleksei Nawalni. De ese modo se proporcionó la evidencia inequívoca de un agente químico nervioso del grupo Novitschok. Alеksei Navalni había sido trasladado en avión desde Rusia a Berlín para recibir tratamiento médico el 22 de agosto con síntomas de envenenamiento.

La canciller federal Angela Merkel, el ministro de Finanzas Federal Olaf Scholz, el ministro de Relaciones Exteriores federal Heiko Maas, el ministro del Interior federal Horst Seehofer, la ministra de Justicia Federal Christine Lambrecht, la ministra de Defensa Federal Annegret Kramp-Karrenbauer y el jefe de la Cancillería Federal, profesor Helge Braun, discutieron esto hoy al mediodía y acordaron pasos adicionales.

Es un hecho alarmante que Aleksei Navalni fuera víctima de un ataque con un agente químico nervioso en Rusia.

El gobierno federal condena este ataque en los términos más enérgicos posibles.

Se insta al gobierno ruso a explicar el incidente.

La Sra. Navalni y los médicos que la atendieron fueron informados de los resultados del examen.

El Ministerio de Relaciones Exteriores informará al Embajador de Rusia sobre los resultados de la investigación.

El Gobierno Federal informará a sus socios en la UE y OTAN sobre los resultados de la investigación a través del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores en los canales previstos a tal efecto. Discutirá una reacción conjunta apropiada con los socios a la luz del acuerdo ruso.

El Gobierno Federal también se pondrá en contacto con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

El gobierno federal informará a los grupos parlamentarios del Bundestag alemán.

Esperamos una recuperación completa de Aleksei Navalni.

"Cui prodest scelus, is fecit" - en latín "aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido"

Desde luego no es un comunicado que pueda sorprender demasiado si tenemos en cuenta los precedentes. Ahora habrá que ver la cadena de acontecimientos que activará este comunicado. Por un lado, es de suponer, como hablamos más arriba, que los rusos tendrán muestras tomadas a Navalni en Omsk y que pueden ser contrastadas con las muestras "alemanas", por otro lado, es muy posible que ello no ocurra y el mítico "Novichok" vuelva a escena para ser garante de nuevas sanciones y tensiones entre Rusia y Occidente, en este caso especialmente entre Berlín y Moscú.

En el Imperio romano Séneca popularizó la frase "cui prodest scelus, is fecit" - aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido”. Esta postulado se utiliza como base a la hora de investigar un crimen. Habrá que ver si en el caso de Navalni se toma en cuenta. Por que de momento no está nada claro que el Kremlin quisiera eliminar a un personaje como Navalni, que como está expuesto más arriba, no es clave, y sus acciones pueden ser seguidas perfectamente por sus seguidores. 

Coincide además este anuncio con la enésima declaración alemana, por medio de la canciller Angela Merkel esta vez, que el gasoducto North Stream 2 se va a terminar. Este gasoducto va por el fondo del mar Báltico de Rusia a Alemania y una vez finalizado hará, potencialmente, que el tránsito por Ucrania y Polonia sea innecesario. EE.UU. ha utilizado sanciones y amenazas de lo más variado para parar este proyecto, siempre sin éxito al ser de interés estratégico alemán. Habrá que ver si el caso Navalni consigue al final que Berlín se lo piense otra vez. 

Siguen vigentes las cuestiones pronunciadas antes en el texto sobre la actitud de Moscú y cómo puede suceder algo así en territorio ruso sin que las autoridades puedan dar una explicación dos semanas después de los hechos. Esperamos reacciones y consecuencias del anuncio de hoy, así como la evolución del caso y la recuperación de Aleksei Navalni.