Agua embotellada VS agua del grifo, ¿por cuál se debería apostar?

El agua es un bien común que nos pertenece a todas las personas y que está reconocido como un derecho humano por las Naciones Unidas. Sin embargo, para las grandes empresas es un recurso económico que genera grandes beneficios, por lo que dejan de lado la función social y ambiental de un bien tan importante para el desarrollo de la vida. A pesar de ser un bien público, estas empresas la embotellan y la venden a un precio 300 veces superior de media a la del agua del grifo, lo que lleva a que tan sólo en el Estado español este mercado genere 1000 millones de euros al año. Para lograrlo, a lo largo del tiempo se ha creado una leyenda negra sobre el agua del grifo, a pesar de que según los expertos su consumo es totalmente seguro. No son pocas las voces que defienden que se debe potenciar su consumo por diversas razones: es más barata, defiende la gestión integral del agua, no genera residuos, no produce contaminación y es sana. 

agua
Fuente: OCU.
Agua embotellada VS agua del grifo, ¿por cuál se debería apostar?

La disponibilidad de agua dulce que se encuentra en los ríos, lagos y bajo tierra está cada vez más amenazada por el uso de la tierra, la deforestación, el cambio climático y el mayor consumo de agua por una población y una industria que no dejan de crecer. Además, la calidad del agua está en peligro a causa del aumento de la contaminación, particularmente en las zonas urbanas y en relación con la agricultura intensificada.

A día de hoy, más de 1000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, mientras que 2.600 millones carecen del saneamiento adecuado. La falta de saneamiento ocasiona a su vez la contaminación microbiana generalizada del agua potable.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades infecciosas transmitidas por el agua se cobran anualmente hasta 3.2 millones de vidas, lo que equivale a un 6% de las defunciones totales en el mundo.

Además, el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) advirtió del aumento de las sequías intensas y de las grandes restricciones de agua en grandes franjas del mundo. Por otro lado, no podemos olvidar la advertencia de la ONU sobre que en 2050 el consumo de agua aumentará un 44% para satisfacer las demandas industriales y de la población.

El negocio del agua embotellada

El agua es un bien común que nos pertenece a todas las personas. Al respecto, la conservación de los ecosistemas hídricos es la clave para que podamos disponer de agua en condiciones saludable. A su vez, el acceso universal al abastecimiento y saneamiento del agua es reconocido como “derecho humano” por la Organización de las Naciones Unidas.

Sin embargo, para las grandes empresas es un recurso económico que genera grandes beneficios, dejando de lado la función social y ambiental de un bien tan importante para el desarrollo de la vida. Las grandes corporaciones embotelladoras de agua controlan los acuíferos y los explotan con criterios puramente mercantilistas.

Según la organización Ecologistas en Acción, ello representa dos tipos de riesgo: la sobreexplotación de los acuíferos y pérdida de su control público o colectivo para gestionarlo bajo criterios sociales. “El agua es un bien que deber ser protegido y gestionado bajo premisas de universalidad, equidad, sostenibilidad y democracia”, afirma al respecto Ecologistas en Acción. Sin embargo, la demanda de agua embotellada sigue creciendo. Al respecto, Research and Markerts predice que el mercado mundial crecerá un 8.5% medio anual entre 2018 y 2023.

Recientemente los medios se han hecho eco de un hecho que demuestra claramente la lógica mercantilista que se esconde detrás de la producción de agua embotellada. Y en este caso, tenemos que trasladarnos a Estados Unidos, la cuna del capitalismo salvaje, para saber sobre este caso. Según diversas fuentes, la compañía Nestlè proyecta vender su operación de agua embotellada para el mercado de Estados Unidos a un consorcio de grupos de capital privado.

No es muy probable que aparezca un único comprador. La compañía primero intentó venderlo a sus rivales. Sin embargo, un acuerdo con Coca-Cola o PepsiCo, que ya disponen de una porción considerable del mercado norteamericano, habría atraído el escrutinio regulatorio. Un acuerdo con Danone tampoco se ve factible debido a los problemas que arrastra la empresa con el tema.

Si Nestlè deja de lado el negocio de agua embotellada en Estados Unidos, las ventas globales se reducirán a la mitad. Sin embargo, crecerá el peso de las marcas Premium en su cartera de productos. Marcas como Perrier, San Pellegrino y Aqua Panna siguen creciendo fuerte y producen grandes márgenes de ganancia. Al respecto, si las marcas más baratas desaparecen, el negocio de agua de Nestlè podría aumentar sus márgenes brutos.

Volviendo al Estado español, a pesar de que el agua es de muy buena calidad en términos generales, en 2018 el Estado español fue el cuarto país de la UE que más agua embotellada produjo, con más de 6.000 millones de litros, por detrás de Italia, Francia y Alemania. Aunque se trata de un bien bastante “barato” si se bebe directamente del grifo, cada habitante del Estado español consume una media de 134 litros de agua embotellada al año. Es la bebida no alcohólica que más se compra en el Estado.

Estamos hablando de un lucrativo negocio que en el Estado factura cerca de mil millones de euros al año, según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas (Aneabe). El litro de agua que sale del grifo vale 0.00195 euros, mientras que una botella estándar nos cuesta de media 0.59 euros, es decir, unas 300 veces más. En los restaurantes el precio de un litro de agua embotellada puede llegar hasta 2 o 3 euros.

No hay producto que venga de la tierra que se venda con tanta variabilidad de precio. Ni los diamantes, ni el oro. Pero el agua, que es algo que todo el mundo necesita y de lo que se aprovechan las marcas, se puede comprar por precios desorbitados [haciendo referencia a una empresa que envasa agua procedente de populares islas, localizadas en el océano pacífico, que ha encontrado su hueco entre ricos y celebrities como sinónimo de lujo] – Julio Barea, geólogo especializado en hidrogeología y portavoz de Greenpeace en declaraciones efectuadas a El Español

Actualmente, la producción de residuos es uno de los mayores problemas medioambientales que dañan el planeta. La organización ambientalista Greenpeace calcula que las empresas de bebidas producen cada año más de 500.000 millones de botellas de plástico que se pueden usar solo una vez. Además, muchas de ellas terminan contaminando océanos y ríos. Se calcula que el plástico tarda 500 años en descomponerse. En lo referente al Estado, se estima que cada día se venden 51 millones de bebidas envasadas pero que solo se reciclan 20 millones. Según Greenpeace, solo se recuperan el 25.4% de los envases de plástico, entre ellos las botellas, mientras que Ecoembes sitúa esta cifra en el 77%.

Agua del grifo: cinco razones para beberla y algunos aspectos a considerar

Según Facua, existen por lo menos 5 razones parar beber agua del grifo:

  1. Es más barata: un litro de agua del grifo puede costar hasta 500 veces menos que un litro de agua embotellada. Además, no hay que desplazarse a ningún sitio para consumirla, ya que llega directamente al hogar.
  2. Apoyas la gestión integral del agua: el recibo que se paga por el agua en el hogar incluye el tratamiento de las aguas en general, desde las denominadas aguas grises hasta la potabilización. Se trata de un servicio público esencial.
  3. No genera residuos: el agua del grifo llega directamente a casa, sin envasar.
  4. No produce contaminación: el agua embotellada tiene que transportarse desde las plantas envasadoras hasta los distintos puntos de venta aumentando así la contaminación atmosférica. Mientras, en la mayoría de las ocasiones, el agua del grifo nos llega desde plantas depuradoras que no utilizan gases ni producen contaminación
  5. Es sana: La calidad del agua del grifo está garantizada por controles públicos que aseguran que está libre de sustancias tóxicas y que es de calidad para su consumo.

Es en este último punto donde se concentran la mayoría de controversias. Sin embargo, según subrayan los especialistas, la calidad del agua del grifo está garantizada. “No hay ninguna duda. Toda agua de consumo humano de la red pública es potable y por tanto es saludable, la legislación así lo exige”, afirma al respecto Jordi Oliver-Rodés, director general del laboratorio Dr. Oliver Rodés, que se dedica al análisis químico y microbiológico del agua y es una referencia en el Estado desde 1902, en declaraciones efectuadas a La Vanguardia.

Otra cosa es tener claro que el agua del grifo y el agua mineral natural son productos diferentes que el consumidor elige en función de sus gustos o necesidades. [El agua] mineral natural tienen siempre la misma composición química y los mismos minerales, compres la botella en Barcelona o en Canarias. Por ejemplo, si comparas la analítica que hizo mi bisabuelo de Vichy Catalán en 1904 con una actual, ves que es idéntica. [En cambio], la del grifo puede provenir de embalses, ríos y pozos, y varía según la meteorología, por el contacto con los minerales que encuentra a su paso, (por ejemplo, si circula por terrenos salinos), y según las necesidades de la compañía de agua que la distribuya – Jordi Oliver-Rodés, en declaraciones efectuadas a la Vanguardia

Según Ecologistas en Acción, en el Estado se cifra en un 99.5% del total el agua para consumo que cumple con las garantías de calidad sanitaria. Sin embargo, según esta organización, “no se puede decir lo mismo en el caso del agua embotellada”. Su explotación está regulada por la Ley de Minas y no por la Ley de Aguas, “más estricta en relación a la calidad y conservación”, subrayan. “Un dato: el 93% de las aguas embotelladas han presentado micropartículas de plástico que proceden del envase y del proceso de embotellamiento”, afirman.

El plástico PET utilizado para fabricar botellas y garrafas de agua embotellada contiene diferentes cantidades de antimonio, según estudios científicos. Su concentración en el agua se incrementa por el tiempo de almacenamiento, la exposición a la luz solar y la temperatura. La utilización de botellas PET recicladas aumenta la exposición de sustancias tóxicas como los Ftalatos – Ecologistas en Acción

Los expertos en la materia subrayan que el agua del grifo es segura, pero según algunas voces, si nos encontramos en la cocina, no es recomendable utilizar en algunos casos el agua caliente que sale directamente del grifo. La razón es bastante simple pero llena de matices a su vez. Cuando el agua caliente pasa por la tubería arrastra partículas que no desaparecen al hervir el agua.

“Evidentemente, si se usa directamente el agua caliente del grifo, depende de la instalación que uno tenga en casa, es más fácil que arrastre elementos de sus tuberías”, subraya Joan Grimal, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), en declaraciones efectuadas a Cadena Ser. Las tuberías pueden ser de plomo, hierro, cobre o distintos PVC (lo más habitual actualmente). El agua fría disuelve poco y el agua caliente disuelve más los componentes.

“Es una evidencia. Si en una casa hay tuberías de plomo, es más fácil disolver un poco de plomo en el agua si se hace con agua caliente. Si en la casa no hay tuberías de plomo, el impacto es menor, pero también existe”, subraya la periodista Maika Ávila. Donde sí se utiliza agua caliente de manera regular es en la ducha o en el baño. En este caso, no es habitual ingerirla. Al respecto, los mentales, en general, no entran en el cuerpo por la piel sino por la ingestión.

El monómero de cloruro de vinilo tampoco es que sea bueno para la salud. Se pueden disolver estos monómeros y si el agua está caliente se disolverán más. A base de pasar agua, se irán eliminando y habrá menos. Las tuberías de policloruro de vinilo o cobre son más inertes que las de plomo – Joan Grimal, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), en declaraciones efectuadas a Cadena Ser

En países como Estados Unidos es un verdadero problema, ya que la mayor parte de las tuberías son de plomo. En relación con este hecho Grimal subraya lo siguiente:

El plomo en el cuerpo produce muchos problemas de salud. Depende de la concentración que uno lleve. La normativa actual permite un máximo de 10 microgramos por litro. Si en una casa hay tuberías de plomo no es difícil llegar a esto. En EEUU, bajaron el nivel permitido de 25 a 10 y el resto de países lo ha seguido. Fue la recomendación de la Agencia de Protección de Medio Ambiente (EPA). ¿Si utilizo agua caliente de mi casa me perjudicará para la salud? Depende de cómo sea tu casa. Si tienes instalación antigua con tuberías de plomo, tomarás más plomo y nuestro cuerpo no lo quiere para nada. Si es una casa moderna no habrá plomo. Si las tuberías son de plomo mejor no hacerlo [hacer una infusión con agua caliente del grifo por ejemplo], si no lo son y a uno le da pereza calentar el agua, puede hacerlo pero que sepa que es menos sano a priori. Como medida profiláctica o sensata es mejor beber el agua fría y si la calientas que sea en un recipiente que está pensado para cocinar – Joan Grimal, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), en declaraciones efectuadas a Cadena Ser

En el siglo XIX en Madrid se extendió el saturnismo, una enfermedad endémica provocada por la intoxicación por plomo. En esa época las tuberías eran de plomo porque era más asequible y la minería de cobre estaba muy atrasada. El agua de la ciudad tenía poca cal y el agua disolvía mucho plomo de las tuberías.

Diagnosticaron el problema y analizaron las causas. Decidieron combatir la situación a nivel de potabilización, añadiendo cal al agua. Al tener más cal, se hace una capa de carbonato cálcico que aísla el agua del plomo por lo que la solubilidad es menor. A día de hoy no hay un problema sanitario al respecto, pero, según los especialistas, es mejor que el agua salga fría del grifo de la cocina y luego se caliente con métodos destinados a ese fin.

[Nota final: otro elemento que ha causado serios debates es la flurorización del agua potable. Debido a que es un tema extenso y complejo se analizará en un reportaje independiente].