El 27 de febrero de 2004 Abu Sayyaf (ASG), el grupo separatista y yihadista que opera en el sur de Filipinas, hizo estallar una bomba en el transbordador Super Ferry 14. El ferry había salido de Manila para Cagayan de Oro City con 899 pasajeros registrados y tripulantes a bordo. La explosión causó la muerte inmediata de 116 personas y lesionó a más de 300 personas.

El suceso en Super Ferry 14 ha sido descrito como el ataque terrorista marítimo más letal de la historia, que convirtió el transbordador en un infierno flotante, cuenta Rommelbanlaoi. El trágico incidente colocó a Filipinas nuevamente en el radar de seguridad del mundo. También fue un acontecimiento decisivo, ya que demostró la capacidad terrorista marítima de ASG, algo que anteriormente había sido minimizado por las autoridades policiales de Filipinas.

El gobierno filipino inicialmente declaró la explosión del Super Ferry 14 como un mero accidente, a pesar de la declaración del ASG que se responsabilizó del atentado. Sin embargo, la Junta de Investigación Marina de Filipinas que investigó el incidente finalmente confirmó que la explosión había sido obra del grupo militante.