En la época de la la campaña bélica de Napoleón en Rusia (12 de junio - 14 de diciembre de 1812) Napoleón estaba en el apogeo de su poder con virtualmente toda la Europa continental bajo su directo control, ocupada por su ejército victorioso al derrotar a casi todas las potencias del continente y bajo tratados favorables para Francia. Ningún poder europeo osaba moverse contra él. La invasión de Rusia fue un punto de inflexión en el transcurso de las Guerras Napoleónicas. La campaña redujo a las fuerzas de invasión francesas y aliadas a menos del veinte por ciento de su capacidad inicial. Las tropas y el mismo emperador francés llegaron a entrar en Moscú (que en aquel entonces no era la capital, pero sí un punto estratégico importante), pero la encontraron en cenizas. Las autoridades rusas habían decidido incendiar la ciudad y evacuar a sus habitantes. Así, Napoleón entró finalmente en una ciudad fantasma, desalojada de habitantes y vaciada de suministros. Sobre las ascuas de una ciudad en ruinas, sin haber recibido la capitulación rusa, y con una nueva maniobra rusa forzándole a salir de Moscú, Napoleón ordenó retroceder. El Jefe Supremo del Ejército ruso Mijaíl Kutúzov desplegó tácticas de guerrillas para hostigar y atacar constantemente a los franceses donde éstos fueran más débiles. Las tropas cosacas asaltaban y rompían las unidades francesas aisladas o descolgadas.Durante el cruce del río Berézina las divisiones rusas atacaron y aplastaron a la parte del ejército francés que aún no había cruzado el río. Durante las siguientes semanas, los remanentes de la Grande Armée fueron aún más diezmados, y el 14 de diciembre de 1812, fueron definitivamente expulsados del territorio ruso. El número de militares del ejército napoleónico en el momento de entrar a Rusia (línea beis) y retroceder (línea negra). La anchura de las bandas refleja el tamaño del ejército. Sólo 58.000 de los hombres de Napoleón sobrevivieron a la campaña rusa, poco más del 20% del total. Las pérdidas militares se sitúan en 300.000 franceses, 70.000 polacos, 50.000 italianos, 80.000 alemanes y tal vez unos 450.000 rusos. Y, aparte de las pérdidas humanas, los franceses perdieron casi 200.000 caballos y más de 1.000 piezas de artillería.