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La revolución del ejército de Santa Claus

Los residentes de la comunidad de ocupantes ilegales de Christiana, Dinamarca, tienen un ritual navideño en el que se visten con trajes de Santa, toman los juguetes de los grandes almacenes y los distribuyen a los niños en la calle, en parte sólo para que todos puedan disfrutar de las imágenes de los policías cayendo a plomo sobre Santa y arrebatando los juguetes de los lloriqueantes niños” - David Graeber, Fragmentos de una antropología anarquista.

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Foto: Actipedia
La revolución del ejército de Santa Claus

Por Angelo Nero - NR

Graeber, hijo de, Kenneth Graeber, un brigadista internacional que vino a Barcelona para combatir al fascismo en Barcelona, en 1936, militó en el sindicalismo autogestionario de la Industrial Workers of the World, junto a Noam Chomsky, y fue uno de los líderes del movimiento Occupy Wall Street. En este libro que señalamos arriba rescató la historia de las navidades de 1974, en un contexto de crisis social y gran desempleo, cuando un verdadero ejército de Santa Claus, formado por cerca de setenta personas del grupo de teatro Solvognen (El carruaje del sol), ocupó el centro de la capital danesa, Copenhague, iniciando una protesta pacífica anticapitalista, que iniciaron repartiendo chocolate caliente, cantando villancicos con fuerte contenido social, y tomando nota de los deseos que niños y mayores querían para la noche de Navidad.

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Tras varios días ganándose a la ciudadanía de Copenhague, un grupo de Santa Claus sortearon el alambre de espino de la planta de General Motors, que había cerrado recientemente, para devolverla “a sus legítimos propietarios”, otro grupo distribuía libros de historia popular en las calles, organizaron también visitas a residencias de ancianos y a guarderías, y otros invadían edificios gubernamentales, un grupo de Santas provocó el caos en un banco, exigiendo préstamos a bajo interés… pero el verdadero clímax de toda la campaña de Solvognen, fue cuando entraron en el centro comercial Magasin y empezaron a distribuir regalos que cogían directamente de las tiendas, mientras gritaban: “Feliz Navidad, hoy no paga nadie”, argumentando que estaban devolviendo los regalos a los hijos de los obreros que los habían fabricado, cuando muchos de ellos no tenían dinero para comprarlos.

Todavía recuerdo aquello, fue terrorífico, entraron disfrazados, unos cinco, cogieron todo lo que pudieron y se marcharon corriendo, ahora con los años después de enterarme para lo que fue, no me siento mal, me pareció original y humano, ahora se ha convertido en una de mis anécdotas favoritas - Signe Jensen, dueña de una tienda en la calle Pricessgade.

Los guardias de seguridad y algunos de los dueños de las tiendas no tardaron en romper la magia del momento, y les arrebataron los regalos a los niños, que comenzaron a llorar, a la vez que llegaba la policía y forcejeaba con los Santa Claus, para expulsarlos del centro comercial, ya que no podían detenerlos, ya que no se habían llevado nada para ellos, aunque eso no libro a que algunos de los integrantes del ejército de Papa Noel fueran golpeados.

Solvognen era un grupo de teatro activista, asociado al barrio autónomo de Christiania, que realizó muchas acciones en la década de los setenta, entre las que destacaron también el Ejército de la OTAN (1973), el Ejército de Animales (1975) y la Acción Rebild (1976), y no deja de recordarme a aquel puñado de actores de “Noviembre”, la fantástica película que rodó Achero Mañas en 2003, que llevaban su activismo hasta las últimas consecuencias.

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