Un negro será el nuevo encargado de bombardear países en nombre de la democracia

Por primera vez en la historia reciente será una persona de color quien lidere al ejército más poderoso del mundo. El vencedor de las elecciones norteamericanas, Joe Biden, ha elegido como secretario de Defensa a Lloyd Austin, un general retirado que será el primer negro al frente del Pentágono, teniendo a su cargo un cuerpo de 1,3 millones de militares. Austin forma parte además de la junta directiva de Raytheon, uno de los fabricantes de armas más grandes del mundo y proveedora por ejemplo de las bombas que Arabia Saudí lanza en Yemen, y es también socio de una empresa de inversión que compra proveedores militares. Es decir, todo sigue igual en Estados Unidos, solo cambia el color de la piel de uno de sus principales peones. 

 

LloyAustin
El Teniente General del Ejército de Estados Unidos Lloyd J. Austin III (derecha), durante una reunión de campo en las afueras de Bagdad, Irak, el 11 de septiembre de 2007. Foto del Departamento de Defensa de EE.UU.. Nicholas A. Hernandez US Army.
Un negro será el nuevo encargado de bombardear países en nombre de la democracia

El imperialismo norteamericano no entiende de presidentes ni partidos. Nunca se detiene, y nunca flojea. Da igual quien gane las elecciones, las empresas armamentísticas del país continúan su producción, y desde el Pentágono deciden donde se utilizarán esas armas. Uno de los memes que mejor resume esta situación se hizo viral en estas pasadas elecciones:

Both sides bomb - Meme subido por hulkhells :) Memedroid

Y nada más hacerse cargo de la presidencia Joe Biden, uno de sus primeros comunicados importantes ha sido designar a su Secretario de Defensa. Haciendo honor a este meme, ha decidido poner la pegatina de Black Lives Matter en el bombardero, al designar a un negro por primera vez en la historia para dicho cargo. Ahora bien, el color de su piel es algo totalmente secundario, lo importante es que forma parte del entramado armamentístico que dirige a Estados Unidos. 

Y es que Austin es miembro de la junta directiva de Raytheon, una de las mayores empresas de armamento de EEUU, y también proveedora de las bombas que Arabia Saudí lanza en Yemen, sin duda una de las situaciones más dramáticas que está viviendo el mundo en este siglo. Raytheon, cuyos 195.000 empleados fabrican motores para aviones de combate, armas, sensores de alta tecnología y docenas de otros productos militares, ha vendido en los últimos años armas y sistemas de radar por valor de miles de millones de dólares a aliados en el Medio Oriente. Raytheon se ubica así como uno de los contratistas militares más grandes del mundo, e incluso se jacta en un informe de ganancias a Wall Street de que tiene una acumulación récord de pedidos pendientes del gobierno federal por un total de $ 73 mil millones .