La suya es una carrera política muy larga. Empezó en la política en 1972. Este abogado de formación fue senador durante 37 años, luego vicepresidente con Barack Obama de presidente, y finalmente llega a la presidencia, ganada con cierta polémica a Donald Trump. 

De momento su mayor punto positivo es que lleva como vice-presidenta a una mujer, que además es negra, Kamala Harris. En lo demás deberá demostrar su valía, aunque se duda de su capacidad mental, ya que ha dado varias veces síntomas de pérdida de memoria y orientación. 

Su figura recuerda en cierta manera a la de los dirigentes de la URSS antes de Gorbachev, uno mayor que otro. La nueva época en los EE.UU. comienza con un dirigente que ha vivido de manera activa todas las épocas de los últimos 50 años en su país, siendo además figura importante en buena parte de ese tiempo. Habrá que ver si su perfil es lo que desea una sociedad estadounidense con profundas contradicciones internas.