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La primera huelga minera asturiana finalizó el 4 de junio de 1962

Hace 57 años Asturias vivió una de las huelgas mineras más largas, la conocida como la “huelgona”

Primera huelga general de mineros asturianos (ARCHIVO HISTÓRICO MINERO)
Primera huelga general de mineros asturianos en 1962 (ARCHIVO HISTÓRICO MINERO)
La primera huelga minera asturiana finalizó el 4 de junio de 1962

En el año 1962 estalló entre la población minera asturiana la chispa del movimiento huelguista que ya se había notado en otras localidades que se dedicaban a la minería. Durante el mes de abril y tras el despido de siete mineros en las minas de la Nicolasa en Mieres, los trabajadores se pusieron en pie de guerra por primera vez y sus protestas se extendieron también a otras 25 provincias españolas. La huelga se llevó a cabo en plena dictadura franquista, pero fueron muchos los jóvenes que no dudaron en enfrentarse al Régimen para protestar por las duras condiciones en las que se encontraban los empleados de la cuenca minera.

La revuelta se llevó a cabo de manera pacífica, por eso también se la conoce como la “huelga del silencio” o la “huelgona” y en las movilizaciones también se llevaron a cabo numerosos actos de solidaridad como el de ayudar a las familias de los mineros que estaban en huelga. Aún así, después del primer mes la situación se complicó. Las familias tenían dificultades para subsistir a pesar de las ayudas recibidas y algunos huelguistas decidieron volver al trabajo. Fue entonces cuando las mujeres de los mineros decidieron continuar con los piquetes y el movimiento volvió a coger fuerza.

Después de dos meses, fue el 4 de junio de 1962 cuando todos los trabajadores decidieron volver definitivamente a sus puestos después de que varias de sus reivindicaciones fueran atendidas. Subidas salariales, revalorización de las pensiones o anulación de las sanciones de los acusados fueron algunas de las mejoras que se consiguieron. Pero pocos meses después el Régimen franquista tomó represalias, despidió a muchos mineros y se produjo la detención y tortura de varios de los huelguistas que se habían vuelto a poner en pie de guerra. El sector se unió más que nunca en 1963 se produjeron más protestas desafiando al Estado Franquista y se empezaron a crear los primeros comités que defendían oficialmente los derechos de los trabajadores. El resultado fue que muchos de los mineros expulsados de la cuenca minera volvieron a ser readmitidos en sus orígenes y se les reconocieron sus derechos. Indirectamente la “huelgona” también consiguió que la oposición al franquismo se reuniera para intentar acabar con tanta represión y se empezó a luchar para que se reconociera oficialmente el derecho a huelga.