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Se cumplen 100 años del asesinato de Emiliano Zapata, uno de los líderes de la Revolución Mexicana

Sus oponentes le tendieron una trampa y lo asesinaron a tiros

Emiliano Zapata, uno de los grandes líderes revolucionarios de México
Se cumplen 100 años del asesinato de Emiliano Zapata, uno de los líderes de la Revolución Mexicana

Entre los años 1876 y 1911 se produjo en México lo que se conoció como el Porfiriato, o lo que es lo mismo, la dictadura del régimen de Porfirio Díaz. Un periodo que se caracterizó por una nefasta política agraria y que desencadenó el estallido de la Revolución mexicana en 1910. En esa época los terratenientes y las grandes compañías se apoderaron de la mayor parte de las tierras y dejaron a los pequeños campesinos desposeídos de sus fuentes de ingreso. En la aldea de Anenecuilco, sus vecinos se reunieron para intentar hacer frente al problema y eligieron a Emiliano Zapata como el presidente del concejo. Con 30 años, Zapata intentó tratar con los grandes terratenientes para que se les devolvieran los terrenos a sus paisanos. Pero ante las negativas de los dueños, decidió ocupar unas tierras con un grupo de hombres armados y repartirlas entre los campesinos. Su hazaña se hizo muy popular y al poco tiempo, Zapata fue designado jefe supremo del movimiento revolucionario del Sur tras la muerte de su anterior líder.  A partir de ahí comenzaron a sucederse diferentes levantamientos y tomas de territorios en el marco de lo que se conoció como la Revolución Mexicana.

Tras el fin de la dictadura de Porfirio, Zapata aceptó el desarme de sus tropas, pero en el gobierno quedaron aún numerosos porfiristas que rápidamente empezaron a acosar de nuevo a los campesinos y estos tuvieron que volver a las armas y mantenerse alerta durante varios años más. Zapata siempre fue una amenaza para el gobierno federal, sobre todo desde que se alió con otro revolucionario, Pancho Villa, para plantarle cara al gobernante Venustiano Carranza.  Éste, junto al general Pablo González, planeó quitarse del medio al revolucionario. Le hicieron creer que querían hacer las paces y lo citaron en un encuentro secreto el 10 de abril de 1919. Allí lo acribillaron a tiros. Después del asesinato, el propio González mandó fotografiar su cadáver para que no quedara duda de que habían terminado con el. Carranza continuó en el poder hasta que en 1920 fue sustituido por Álvaro Obregón, aunque no sería hasta el año 1934, con la entrada de Lázaro Cárdenas en el gobierno, cuando se empezaron a implantar políticas justas de redistribución de las tierras.   El general Pablo González ordenó fotografiar el cadáver de Emiliano Zapata para que quedara constancia de su muerte (FOTOTECA NACIONAL DEL INAH)