Las armas made in Burgos que matan en Yemen

El gobierno español colabora con la guerra en Yemen con la venta de armas a Arabia Saudí. Los camiones salen de la fábrica de explosivos de Quintanilla Sobresierra (Burgos) hasta los puertos de Bilbao y Santander, llevan las bombas cruzando estas ciudades, una vez cargadas en los barcos tienen destino Génova y de ahí hacia Arabia Saudí.

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Las armas made in Burgos que matan en Yemen

Tres camiones cargados con armas y explosivos salieron el 11 de febrero hacia el puerto de Bilbao. El barco Bahri Yambu, ( de Arabia Saudí), había intentado cargar en el puerto de Amberes, pero un dictamen judicial y la presión ejercida por un nutrido grupo de pacifistas, impidieron que echara el ancla.

Por motivos parecidos, en Tilbury, (Reino Unido) tampoco pudo atracar este mismo barco. Los activistas de Euskal Herría tenían conocimiento de la ruta del Bahri, tenían noticias fidedignas de que se dirigiría a cargar al puerto de Bilbao, ante lo cual, se dotaron de cámaras y pancartas y esperaron.

La procedencia de las armas era Expal ubicada en Quintanilla Sobresierra, Burgos. De una forma coordinada con los pacifistas bilbaínos, un grupo de activistas burgaleses se apostó en los aledaños de la fábrica, para trasmitir los horarios y características de los convoyes.

El barco se mantenía en altura para pasar desapercibido, hasta que llegó el momento de hacerse coincidir, con el máximo sigilo, con los convoyes en el puerto.

Este día 11 de febrero desde las 16 h hasta las 18.15 h, cargaron en el barco cinco contenedores de bombas y nueve camiones militares Uro Vamtac de fabricación gallega de la fábrica Urovesa.

Con este material, el barco de la muerte rodeará la península para llegar el día 17 a Génova, donde algunos trabajadores del puerto tienen previsto impedir su entrada.

En la guerra del Yemen ya se contabilizan más de 230.000 personas asesinadas, de las cuales, aproximadamente la mitad, son niños menores de cinco años. La ONU ya ha acusado a Arabia Saudí de estos crímenes de guerra, pero como en tantas otras cosas, el papel aguanta todo, con una cara denuncian el hecho, y con la otra permiten a los gobiernos estos negocios de armas y España es fiel colaboradora de esta matanza.

Allí donde hay negocio, hay un sinfín de intereses. En España, y durante estos más de cuarenta años de democracia coronada, es popularmente conocida la amistad existente entre la casa real saudí y los borbones, cenas y encuentros para cerrar sus negocios millonarios : Es lo mismo que gobierne González, que Zapatero, Aznar, Rajoy o Sánchez. Los negocios perversos de sus majestades no se tocan, priorizan sobre  los intereses del Estado. No importa negociar y mantener a un dictador, ni a un genocida en un gobierno, ni mantener una guerra escandalosa que lleva en sus haberes cientos de miles de muertos, más los daños que, eufemísticamente, llaman colaterales.

Afortunadamente hay una parte del pueblo en el conjunto de Europa, un importante número de mujeres y de hombres que tienen otras formas de pensar, otros hombres y otras mujeres que se enfrentan a estas masacres del sistema dominante, a estos negocios de los Estados y de quienes los rigen. Ahí están los compañeros belgas, los franceses, ingleses e italianos que, en diversas ocasiones, han conseguido impedir atracar a estos barcos de la muerte, al igual que compañeros de Santander y Bilbao, así como la plataforma «La guerra empieza aquí, parémosla aqui» de Burgos que, sin ellos, hubiera sido imposible obtener esta información.

Con sus acciones, siguen demostrando que puede ser posible parar a estas máquinas de matar y, desde este conocimiento empírico, día tras día están lanzando una llamada, un SOS de participación para aplastar estos negocios, llenos de sangre.

Al finalizar de escribir estas líneas, me llega la amarga noticia que nos hace saber que la fiscalía de Vizcaya, «…pide penas de cárcel para cuatro activistas alemanes que, junto a un grupo de unas veinte personas pertenecientes el grupo de GREENPEACE, el 18 de febrero del 2018 impidieron atracar este mismo barco en el puerto de Bilbao.

Fuente: Burgos Dijital