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El 7 de junio de 1968 ETA cometió su primer asesinato

Desde que la banda terrorista inició su actividad armada, ha cometido más de 3.000 atentados

ETA primer asesinato
Varias personas observando la moto del guardia civil después de ser asesinado
El 7 de junio de 1968 ETA cometió su primer asesinato

En el año 1961, ETA comenzaba su trayectoria de actos violentos al intentar hacer descarrilar un tren en el que viajaba un grupo de franquistas, pero no fue hasta 1968, cuando la banda terrorista cometió su primer asesinato. La víctima fue el guardia civil José Antonio Pardines Arcay, a quien asesinaron a tiros en la localidad gipuzkoana de Villabona el 7 de junio de ese mismo año. Aunque algunos autores consideran que la primera víctima fue una niña que murió al explotar una bomba en la estación de Amara de San Sebastián, lo cierto es que su autoría se atribuyó al Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), un grupo hispanoluso antifranquista. Por lo tanto, la primera victima oficial de ETA fue el guardia civil de tráfico que fue asesinado tras una persecución en moto. El agente estaba junto a su compañero haciendo controles rutinarios, cuando dieron el alto a un vehículo que no paró y que se dio a la fuga. Pardines persiguió al coche y le dio alcance. Mientras el agente comprobaba  la documentación de los terroristas, estos se bajaron del coche y le dispararon en el pecho.

Según uno de los testigos, el camionero Fermín Garcés, cuando Pardines estaba en el suelo los terroristas le asestaron varios tiros más para rematarlo. Los autores del asesinato fueron Txabi Etxebarrieta Ortiz e Iñaki Sarasqueta Ibáñez, dos jóvenes miembros de ETA que consiguieron huir del lugar de los hechos, aunque el primero murió poco después en un tiroteo y el segundo fue detenido al día siguiente.

El día del asesinato Pardines trabajaba con su compañero Félix de Diego Martínez, que once años más tarde, el 31 de enero de 1979, también fue asesinado por la banda terrorista. 

En el año 2011 ETA anunciaba su cese definitivo dejando un balance de más de 3.500 atentados, 864 muertos y 7.000 víctimas. La última persona asesinada a manos de la banda fue un policía francés, Jean-Serge Nerin, que murió en un tiroteo el 16 de marzo de 2010.