A primera vista, las obras de Thomas Deininger parece una magnífica obra de arte pero al fin y al cabo, una mas de las tantas miles que nos encontramos en cualquier galería de arte. Pero al acercarnos y al mirarlo desde otros ángulos vemos que es mucho más, de hecho, nos revela que en la distancia nuestros ojos nos han engañado. El artista, radicado en Rhode Island (EE.UU.), es famoso por sus trabajos tridimensionales hechos de "objeto encontrados". A medio camino entre la escultura, la pintura y la instalación artística, al acercarnos nos encontramos con, por ejemplo, cabezas de muñecas viejas, trozos de tela, peluches, redes de pesca, fotografías antiguas, tapas de plástico...  Sus obras manifiestan sus preocupaciones, en forma de arte pop, por el consumismo compulsivo y los problemas ambientales. Arte y reciclaje se entremezclan en las obra que Deininger empezó a publicar en forma de vídeo en sus redes sociales para revelar sus ilusiones ópticas, ganando así adeptos a sus originales cuadros.   Muestra cierta ironía al usar sobre todo juguetes usados para hacer sus obras, ya que de pequeño no le gustaba jugar con ellos y se dedicaba a dibujar. Entre sus obras también podemos encontrar recreaciones de pinturas famosas de Velazquez o Van Gogh o Monet.   Deininger lleva años depurando su técnica de crear imágenes y esculturas con basura. Ya en 2007 hizo una foto de su esposa con tierra y chatarra , que solo se hizo visible a través del reflejo de un espejo.