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The Crown, con la corona hemos topado

He de decir que, como buen ser humano, yo también tengo prejuicios. Esto es en realidad algo que juega en mi contra. Porque los prejuicios funcionan así y hasta que no nos damos cuenta, creemos estar en la posesión de una verdad que no es tal. Por suerte me rodeo de gente diversa y poco a poco los supero. Como me pasó con esta serie, la cual me daba una pereza enorme ver, porque claro, un republicano no puede ver cosas sobre la corona. Y más siendo la del imperio británico. Además, seguro que será una propaganda. O como mucho, una serie sobre los cotilleos reales. Pero luego, cuando le di la oportunidad, llegó a ser un gran descubrimiento, The Crown. Me vi las cuatro temporadas de sopetón.
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The Crown ha sido elogiada por su actuación, dirección, escritura, cinematografía, calidad de producción y un relato histórico relativamente exacto del reinado de la reina Isabel, aunque algunas respuestas han sido más críticas con sus desviaciones de la historia documentada.
The Crown, con la corona hemos topado

Por Javier Gomariz Zarapico - El Común

The Crown es un drama histórico-ficticio sobre la figura de la monarca Isabel II de Inglaterra, creada por Peter Morgan, y producida por Left Bank Pictures junto a Sony Pictures Television para la plataforma Netflix. La serie empieza a gestarse en 2014 y llega a la pantalla en 2016, cuenta ya con cuatro temporadas y previsiblemente haya otras dos en ciernes. La vida de la monarca está siendo larga, pero ya la serie cogerá la actualidad y claro, son guionistas, no videntes.

Es muy destacable la organización que hasta ahora ha tenido por cada dos temporadas, a la hora de elegir reparto. No envejecen a los mismos actores, los sustituyen por otros que son mayores. Esto no se sabe con certeza para la quinta temporada, pero se espera que así sea. Una gran apuesta y más con el elenco escogido. Canela en rama.

Isabel II: Las primeras dos temporadas tienen de protagonista a Claire Foy, que recibió numerosos premios por su interpretación, Emy y Globo de Oro incluidos. Ella está espléndida y da muchos matices a un personaje complicado. Pero la que parte el molde es la increíble Olivia Colman, que tiene un milimétrico estudio de la gestualidad del personaje y completa la imagen que todos tenemos de ella.

Felipe, Duque de Edimburgo: Empieza siendo interpretado por Matt Smith, que posteriormente encarno al undécimo Doctor Who. Un acierto de casting porque físicamente es clavado al joven duque y muy buena interpretación. A este lo sustituye Tobias Menzies (que para mí siempre será Bruto de la gran serie Roma), un todoterreno con un trabajo genial a sus espaldas.

Princesa Margarita: Aquí uno de los secundarios más potentes, empieza siendo interpretada por Vanesa Kirby, en un estado lúcido, que le hará ganar un Bafta y la sustituye Helena Boham Carter, que gana también varios premios por el personaje. Una grande, no es para menos.

Carlos, príncipe de Gales: Este está solo las dos últimas temporadas pues de pequeño no tiene mucho peso y lo interpreta Josh O’Connor, con una caracterización externa e interna impecable. Al igual que la princesa Diana que encarna Enma Corrin, que trabaja fenomenal el papel.

Estos son los principales, pero realmente, donde está el trabajo fino es en los recurrentes, como John Lithgow encarnando a Winston Churchill, con una interpretación fuera de serie, es el tipo de actores que te harán amar la serie. Al igual que Gillian Anderson (sí, Scully de Expediente X), que hace de Margaret Tatcher con una maestría digna de estudiar en las escuelas de interpretación.

Decir de qué va la serie es obvio y hablar de cada personaje demasiado largo, pues todos los componentes del reparto están espléndidos. Pero lo más impresionante es la forma de contar los hechos históricos reales. Capítulos como el que se refiere a la niebla asesina de Londres en 1952 o la guerra de las Malvinas de 1982, son lo que acapara la atención, gracias a la perspectiva que dan de los hechos históricos.

Lo mejor, mezcla la historia real con una ficción francamente creíble sobre los personajes, al punto que ha despertado mucha polémica en la casa real británica y eso solo pasa cuando hay más verdades que invenciones.

Lo peor, a veces se centran mucho en temas que no son demasiado interesantes, como la crisis matrimonial que pudieran tener los reyes, pero siempre lo hilvanan con capítulos historicistas para que no te aburra.

Y es que los prejuicios nos hacen menos conscientes, nos idiotizan. Pensaba que les irían a bailar el agua y más bien los humanizan, pero por debajo. La serie en sí, tiene unas críticas estupendas, porque la producción es maravillosa. Pero tiene grandes detractores. En efecto, la casa real británica, que no suele hacer declaraciones, lo ha hecho a través del eterno heredero Carlos. Que esto contribuya a los años horribles por los que están pasando los monarcas, me parece aún mejor. Y ojo, que cuando empiecen con los últimos escándalos sobre pederastia y racismo, nos vamos a reír, pero bien. Quien te iba a decir que una serie sobre reyes iba a ser tan republicana. Malditos prejuicios, debí encontrarla antes.