Martín Miguel de Güemes fue un militar y político clave en la Guerra de la Independencia que tuvo lugar entre los años 1810 y 1825. Tras una vida llena de hazañas y polémicas, se convirtió en un héroe nacional de Argentina y por eso en el año 2016, el Senado de ese país estableció el 17 de junio (día de su muerte) como el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana.

Se le conocía popularmente como el “Héroe de la Independencia y el Padre de los Pobres”, porque, entre otras cosas, supo cubrir a la perfección la retaguardia en la frontera con el Alto Perú, destacó como un gran soldado en la defensa de Buenos Aires durante la invasión de los ingleses y fue una figura fundamental en la Reconquista de la ciudad.

Sus tácticas se basaban en movimientos rápidos de avance y retirada para despistar al enemigo, y siempre estuvo apoyado por los “Infernales”, soldados que destacaban por su fuerza y por utilizar ponchos rojos para atemorizar al enemigo. Durante la denominada Guerra Gaucha logró su consagración militar y fue a partir de ahí cuando empezó a ser considerado un héroe nacional.

El 7 de junio de 1821, en una invasión a Salta (su localidad natal), Güemes se escondió en la casa de su hermana, pero fue descubierto y recibió un disparo por la espalda cuando intentaba huir a caballo. Diez días más tarde falleció debido a que la herida no logró cicatrizar bien ya que padecía hemofilia (enfermedad que dificulta la coagulación de la sangre). En su honor sus hombres recuperaron Salta y expulsaron a los invasores españoles del territorio nacional argentino para siempre.