"El astronauta caído", arte en la luna

El arte es sin duda una de las capacidades más especiales de Homo Sapiens. A través de la creación artística somos capaces de expresar emociones y sentimientos profundos: en cada obra de arte hay un trozo de humanidad. Y desde hace 50 años, una parte de esa humanidad descansa sobre la luna. Es así gracias a la obra "El astronauta caído", una pequeña escultura de aluminio que rinde tributo a los 14 astronautas fallecidos en la carrera espacial al momento de su creación.
"El astronauta caído", arte en la luna

La pieza fue depositada sobre la superficie lunar el 1 de agosto de 1971, durante el desarrollo de la misión Apolo 15, que llevó a los astronautas David R. Scott (comandante), James B. Irwin y Alfred Worden hasta el satélite natural de la tierra.

La historia sobre la única obra de arte en la luna comienza unas semanas antes del despegue de la misión, aunque la historia no está clara del todo. Al parecer la iniciativa proviene de la directora de una galería de arte, Louise Tolliver Deutschman, que tuvo la idea de llevar una pieza a la luna, y tal y como dijo mas tarde "no paré hasta encontrar el camino". Para ello convenció al comandante Scott para que llevara la pieza, que debía reunir una serie de características: peso ligero, de un material muy resistente y que no representara a ninguna etnia en particular. El encargado de realizar la pieza fue el artista belga Paul van Hoeydonck. La operación se desarrolló en el más absoluto secreto, e incluso el comandante Scott la ocultó a la NASA , hasta el punto de que el momento en el que estaba dejando la pieza en la superficie lunar y fue preguntado por su actividad desde la base de operaciones, él dijo que estaba limpiando la superficie.

Imagen del Apolo 15 - Wikimedia Commons

Según el comandante Scott, durante la preparación de esta operación acordaron que el nombre del artista y de la galería permanecerían en el anonimato, ya que sería la única forma de cumplir las políticas de la NASA en materia de explotación comercial en el programa espacial. El artista difiere en esta versión, que asegura que no tenía conocimiento del uso que se iba a hacer de su obra. También mostró su desacuerdo por el nombre de la pieza y su colocación (tirada, no erguida). La comunicación pública de este hito se hizo esperar. En concreto hasta un año después, con motivo de la misión Apolo 16 en 1972. Poco después, el artista tomó la decisión de realizar 950 réplicas de la estatua para su venta. Sin embargo, Scott aseguró que esto no era parte del acuerdo y que iba en contra de la política de la NASA. Finalmente, y debido a las presiones, solo se hicieron 50 reproducciones.