El ecologismo nuclear de Michael Shellenberger

El ecologismo nuclear de Michael Shellenberger

¿Se puede ser ecologista y defender la energía nuclear? ¿Es lógico ser pacifista y defender el uso de armas nucleares? Para Michael Shellenberger (Illinois, 1971) eso no es un problemaEste "humanista ambientalista", como él mismo se define, es una de las voces mas visibles en la defensa del medio ambiente y en la búsqueda de un modelo de desarrollo más sostenible. Como podréis observar en su autodescripción en la revista Forbes, donde escribe regularmente, también es un tío modesto: "Soy un 'Héroe del Medio Ambiente' de la revista Time, ganador del Green Book Award y presidente de Environmental Progress, una organización de investigación y política. He publicado en The New York Times, Washington Post y The Wall Street Journal, Scientific American, Nature, Energy y PLOS Biology. Mi charla en TED ha recibido millón y medio de visitas". Y además huele bien. Lo tiene todo para ser un neohippie de éxito. Es tan disuasivo, que incluso se atrevió a enviar una carta abierta  en 2017 al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, instándole a reconsiderar su decisión de abandonar la generación atómica. Aunque parezca increíble, un mes después el Gobierno respondió con un informe que sirvió de base para que un jurado popular votara a favor de retomar la construcción paralizada de dos reactores nucleares. Y a partir de ahí ha enviado 25 cartas mas a sendos Presidentes, entre ellos Pedro Sánchez, del que se siente un poco preocupado: "...las grandes inversiones en renovables (en España) han resultado en una electricidad muy cara. Además, se está planteando el cierre de plantas nucleares, pero si eso sucede España no va a poder cumplir con sus compromisos medioambientales, va a incrementar sus emisiones y a subir aún más el precio de la luz".

Pero vamos al turrón e indaguemos un poco en su forma de pensar. Lo que más choca así de primeras es su ferviente defensa de la energía nuclear. Este es su razonamiento: "Solo la generación atómica puede sacar a los seres humanos de la pobreza sin recalentar el planeta. Los combustibles fósiles también proporcionan energía, pero a un alto coste medioambiental, y las energías solar y eólica apenas aportan una pequeña porción de toda la energía que necesitamos. En cambio, las plantas nucleares suponen la forma más segura de crear una electricidad fiable de forma regular y en las cantidades necesarias. Usan mínimos recursos naturales y producen el menor volumen de residuos. Además, son inversiones de largo recorrido: pueden durar hasta un siglo". Una de las cuestiones clásicas en contra de su razonamiento es : ¿y qué pasa cuando sucede un accidente como el de Fukushima? Para Michael el problema no es la radioactividad, sino la estupidez humana: "Los materiales radiactivos no dañaron a nadie, pero la evacuación sí que causó más de 1.600 muertes. Un informe de la Organización Mundial de la Salud concluyó que los niveles de radiación eran bajos y no provocarían un aumento en los casos de cáncer. Hubo una sobrerreacción de la población por el tsunami y eso fue lo que realmente causó las víctimas". 

Otra de los pequeños inconvenientes de la energía nuclear son los residuos radioactivos que genera. Estos residuos se mantienen radiactivos durante cientos de miles de años, durante los cuales hay que gestionarlos adecuadamente. No desaparecen jamás por muchos almacenamientos o planes que hagamos, y así lo podemos constatar en España en Palomares o Huelva, entre otros lugares. Pero para Michael tampoco es un problema serio: "Las energías sostenibles generan muchos más residuos. Por ejemplo, la solar: los paneles solares, después de 25 años, serán residuos. ¿Qué haremos con ellos? Se habla de reciclarlos, pero aún no hay un sistema válido para eso. Es extremadamente complejo y muy caro, difícilmente asumible. En definitiva: el volumen de residuos creados por los paneles solares es 200 veces mayor que el de las centrales nucleares. Yo soy ambientalista. Y, como tal, te diré que para mí los residuos son precisamente el argumento a favor de la energía nuclear. Y, bien almacenados, tienen el menor impacto de todas las energías existentes".

¿Pero cómo acaba un ecologista apoyando la energía nuclear?, ¿acaso es pagado por algún holding energético para difundir su pensamiento? para nada. La explicación es más sencilla: "A mí, de joven, me afectó mucho lo de Chernóbil. Pero leí muchos informes de científicos independientes y me di cuenta de que lo que sucedió distaba mucho de lo que dijeron los medios. Así que empecé a aceptar que el uso de la energía nuclear podía ser en parte beneficioso, pero que la tecnología de los reactores debía ser más avanzada. Pero seguí investigando y comprendí que lo que tenemos ya está lo suficientemente avanzado. Es válido. Y eso me llevó a tener cada vez más dudas con las renovables, por su impacto en la tierra. Y también por su intermitencia: si dependes del sol o del viento, no puedes garantizar nunca un suministro constante. Y eso supone que siempre se recurrirá al carbón".

Otro razonamiento que nos choca un poco es respecto a las armas nucleares: "...después de los ataques terroristas del 11-S, mi país empezó una guerra totalmente injusta contra Irak, un país que no tenía bombas atómicas. Murieron cientos de miles de personas. Y el riesgo de que mi país iniciara una guerra contra Corea del Norte antes de que tuviera capacidad para una bomba atómica era mucho mayor que ahora. ¿Son mejores las invasiones militares, con miles de muertos, o bombas atómicas que las impidan? Podemos imaginar un mundo perfecto, sin guerras. Pero, por desgracia, no es así. Y, dentro de lo malo, las bombas atómicas crean un equilibrio que contiene esas guerras". 

Un personaje peculiar, cuyo discurso empieza a calar entre algunos ecologistas. Aquí os dejamos una charla TED sobre las bondades de la energía nuclear. Ojo, que Michael es persuasivo...

 
Fuentes:  https://ethic.es  -  http://ww.expansion.com/