Veneno de escorpión para el tratamiento de enfermedades neuronales

Veneno de escorpión para el tratamiento de enfermedades neuronales
El veneno de animales como escorpiones, arañas, abejas, son capaces de algo que de momento se le resiste a la industria farmacéutica; llegar al sistema nervioso central atravesando la barrera hematoencefálica, esa especie de barrera que protege el cerebro de sustancias tóxicas pero que a su vez, dificulta la llegada del 98% de los fármacos para tratar enfermedades neurológicas y tumores cerebrales. El laboratorio de Péptidos y Proteínas del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona ha presentado en la revista Chemical Communications una proteína pequeña derivada de la clorotoxina, proveniente del veneno del escorpión palestino amarillo (Leiurus quinquestriatus), capaz precisamente de eso, transportar moléculas a través de la barrera hematoencefálica. Sería algo así como una especie de nave que consigue atravesar la barrera hematoencefálica y entrar en el cerebro arrastrando consigo fármacos. “Hace cinco años empezamos a investigar una nueva línea de péptidos inspirada en los venenos de algunos animales. El objetivo era encontrar moléculas que pudieran hacer de tractor y remolcar medicamentos que por sí solos son incapaces de llegar al cerebro”, explica a la revista Big Vang Meritxell Teixidó, investigadora asociada del IRB y coautora de esta investigación. En estudios anteriores, este mismo grupo había sintetizado lanzaderas peptídicas a partir del veneno de las abejas, la apamina. Y de hecho, ya están en fase de ensayos con animales. De demostrar su eficacia y su no toxicidad para el sistema nervioso central de los ratones en que se prueba, se avanzaría en el camino hacia el ensayo clínico en humanos. “Este tipo de herramientas con muy útiles para acelerar encontrar curas contra enfermedades tan graves como el alzheimer o el parkinson, aunque aún pueden pasar 5 o 10 años antes de que lleguen al mercado”, afirma Teixidó.