Suicidios y economía

El 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la prevención del suicidio. En el estado español se producen 10 suicidios diarios. 10 personas con nombres y apellidos y una historia detrás que deciden dejar de seguir escribiendo. Además, otras 20 personas intentan quitarse la vida cada día. Es la primera causa de mortalidad no natural desde hace más de una década, el doble que los accidentes de tráfico. Sin embargo, no existe ninguna política gubernamental seria para evitarlos o comprenderlos, ni abren telediarios, ni existen asignaturas universitarias que traten el tema ni tampoco existe ánimo social de acabar con esta grave epidemia. 
Suicidios y economía

De los diez fallecidos diarios por suicidio, de media siete son hombres y tres mujeres, lo que hace que la tasa de muertes sea de 8,5 por cada 100.000 habitantes. Esto significa que el suicidio es la primera muerte por causa externa no natural en la población general, duplicando a los accidentes de tráfico y once veces más que los homicidios. A pesar de matar a más gente que la malaria o el cáncer de mama, el suicidio sigue siendo un tema tabú.  

Motivaciones

Parece que los suicidios no son evitables, que son parte de la vida, y que es decisión propia el hecho de terminar con tu vida. Pero, ¿es siempre así? Es muy difícil saberlo, puesto que existe poca información y estudios al respecto, y es altamente complicado saber las motivaciones que empujan a una persona a acabar con su vida. Cada caso es único. Según los expertos, la mayor parte de las veces existe algún tipo de trastorno psiquiátrico, generalmente depresión. Enfermedades crónicas con dolor, adicciones, sufrir bullying, antecedentes familiares, presión social, aislamiento, pérdidas afectivas... las razones son múltiples, pero en todas ellas existe un denominador común: el dolor. Parece lógico pensar que ninguna persona que sea feliz se suicida. 

La época de cambio y crisis que vivimos sin duda también afecta en este aumento de los casos de suicidio. Emile Durkheim, padre de la sociología moderna y uno de los primeros que estudió a fondo este tema, aseguraba que en las épocas históricas en las que habita el desconcierto y la crisis, aumenta el suicidio.

Suicidios y economía

Las  motivaciones que llevan a una persona a quitarse la vida pueden ser múltiples y variadas como vemos. Algunas veces es difícil poder ayudar a esa persona. Otras veces lo hace por una decisión libre y personal. Pero otras veces es totalmente evitable, y promovido por causas como la economía. Desde el inicio de la "crisis económica" en 2007, en España aumentaron los suicidios un 20%. Por franjas de edad, los suicidas en torno a los 50 años aumentaron un 38%. No se puede asegurar con certeza que estos datos relacionen los suicidios con la situación económica, pero sin duda es una razón de peso a tener en cuenta.

Hay casos donde esta motivación económica es evidente e innegable. Como es el caso (por poner un ejemplo) de Alicia, que se quitó la vida cuando iban a desahuciarla de su casa. La comisión judicial que iba a a desalojarla por el impago del alquiler timbró en su casa sobre las 11 de la mañana. Poco después, Alicia se tiraba por la ventana del quinto piso donde vivía y que ya no podía pagar debido al fuerte alza de los precios en la zona (Chamberí). La especulación en los precios de la vivienda tiene tristemente este tipo de efectos secundarios. No sabemos gran cosa sobre Alicia, pero si sabemos que había pedido información sobre ayudas para pagar su alquiler, aunque le faltó presentar un papel.   Portal en el que ha tenido lugar el suicidio de la mujer cuando iba a ser desahuciada | Google Maps

En junio de este mismo año, otro hombre se quitaba la vida en idénticas circunstancias, con la comisión judicial llamando a su puerta, esta vez en Cornellá. La lista de personas que se quitan la vida en el mismo momento de ser desahuciadas es como mínimo de 39 desde el año 2012. Pero como decíamos, saber realmente cual es la motivación final que lleva a cada una de las mas de 3.500 personas anuales en España a quitarse la vida es algo muy complejo y que precisa de mayores mecanismos de estudio que los actuales.

Un estudio de la Universidad de Granada del año 2017 documentó el vínculo entre los desahucios y la aparición de la sintomatología del trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión y estrés percibido. El estudio reveló que el 88% de los desahuciados presentan ansiedad y nueve de cada diez sufren depresión. 

Sin duda, uno de los datos más llamativos que hemos encontrado tiene que ver con la alta incidencia de sintomatología de estrés postraumático en las personas que están viviendo un proceso dramático como es el de los desahucios. Desde que se inicia el proceso –con la dificultad para pagar la hipoteca cada mes- hasta el momento en que la familia es desalojada de la vivienda, pueden transcurrir años... supone una situación de amenaza e incertidumbre dramática con la que se levantan cada mañana y se acuestan cada noche, que afecta a su integridad física y psicológica - Humbelina Robles Ortega, profesora de la UGR

La PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) cifra en más de 13.300 las personas que se quitaron la vida debido al llamado "terrorismo financiero". El Gobierno anunció medidas para evitar este tipo de "suicidios por desahucio", que incluye una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil y que intentará fomentar una mayor coordinación con los servicios sociales. Básicamente, mecanismos para evitar que la persona desahuciada posponga su suicidio para que no se relacione con el desalojo de su casa, pero nada de medidas reales para evitar que las personas se queden sin hogar. La pela es la pela.

Según algunos de los estudios que existen actualmente, no existe un patrón conocido que nos aclare un poco las motivaciones finales. Sabemos gracias a este estudio que las mujeres se suicidan un 37,5% más en marzo que en noviembre. Los hombres, sin embargo, toman la decisión en verano. Se suicidan un 29% más en julio que en noviembre. En Vizcaya se suicidan 2,5 hombres por cada mujer, pero en Ciudad Real son seis hombres los que ponen fin a su vida por cada mujer. Y en Málaga se suicidan 150 personas por cada millón de habitantes, el triple que en Madrid. Datos curiosos, pero que de poco nos sirven para comprender esta lacra social.