¿Qué se sabe sobre la misteriosa nube radioactiva detectada en el norte de Europa?

Las autoridades de seguridad y protección radiológica de los países escandinavos informaron de un aumento en la radioactividad atmosférica detectada por sus estaciones de monitoreo durante junio. Según el Institut De Radioprotection Et Sûreté Nucléaire (IRSN) francés, los niveles registrados en estos países “son muy bajos y no representan ningún riesgo” para el público o el medio ambiente. “Hasta la fecha, no se ha registrado un aumento anormal en el nivel de radioactividad atmosférica en países como Francia”, concluye el organismo francés. A día de hoy, el origen de la liberación sigue siendo un misterio.

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La posible región donde se ha realizado la emisión, 72h antes de la detección. Fuente: Comprehensive Nuclear-Test-Ban Treaty Organization
¿Qué se sabe sobre la misteriosa nube radioactiva detectada en el norte de Europa?

Vuelven a saltar las alarmas en el norte de Europa. Y sí, en esta ocasión también se trata de una nube radioactiva de procedencia desconocida. Como ocurre con todo lo relativo a la utilización de la energía nuclear, el secreto también ha hecho acto de presencia.

No son pocas las voces que afirman que el origen se sitúa en algún punto de la parte occidental de la Federación Rusa. La central nuclear Leningrado, que cuenta con tres reactores del modelo RBMK-1000 y uno del modelo VVER V-491, y la central nuclear de Kola, que dispone de cuatro reactores del tipo PWR, o las instalaciones de investigación están bajo sospecha. Mientras, Moscú guarda silencio y se limita a afirmar que las dos centrales no han informado de ningún tipo de suceso o avería.

CN Leningrado

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CN de Kola

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No obstante, a día de hoy, no hay ninguna prueba de peso que vincule a la Federación Rusa. Por otro lado, en numerosas ocasiones tanto los incidentes como accidentes de origen nuclear suelen utilizarse para atacar a la Federación Rusa y atizar el fantasma de Chernóbil con puras finalidades propagandísticas.

Lo que se sabe hasta la fecha

Las autoridades competentes de Suecia (SSM), Noruega (DSA) y Finlandia (STUK) informaron sobre un aumento en los niveles de radioactividad atmosférica basados en mediciones realizada en estaciones de muestreo pertenecientes a sus redes nacionales de monitoreo. Además, este aumento fue detectado también por una estación del sistema internacional de monitoreo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT).

Durante el mes de junio se detectaron varios radionúclidos artificiales. Primero, las autoridades noruegas informaron haber medido rastros de yodo-131 en su territorio durante la primera semana junio. Luego, las autoridades suecas y finlandesas informaron que los siguientes radionúclidos habían sido detectados por sus estaciones desde el 8 de junio de 2020: cobalto-60, cesio-134, cesio-137 y rutenio-103.

Esta información fue también transmitida por el RIVM, el instituto holandés responsable de monitorear la radioactividad ambiental en los Países Bajos, lo que indica, según el IRSN, que estos radionúclidos “podrían originarse por daños a los elementos combustibles” en una planta nuclear. El RIVM indica que "la ubicación del punto de liberación no puede especificarse en estos momentos", pero que los cálculos que realizaron muestran que los radionúclidos podrían “haber sido transportados en una trayectoria que va desde Rusia occidental a Escandinavia”.

No obstante, según el operador ruso de centrales nucleares Rosenergoatom, "no se registró ninguna anomalía en los rectores de la CN de Kola o de la CN Leningrado”, y las descargas efectuadas (descargas regulares que se efectuan en las centrales nucleares) “no excedieron los valores de control durante el periodo indicado”. Por otra parte, los países escandinavos declararon que no estaban al tanto de un incidente en sus propias instalaciones nucleares que explicaría los niveles de radioactividad medidos.

El IRSN, por su parte, realizó simulaciones utilizando mediciones disponibles y centralizadas por el Organismo Internacional de la Energía Atómica. Según el organismo francés, a día de hoy, estas simulaciones no permiten determinar el origen de la emisión. No obstante, según el IRSN, “el área geográfica mencionada por el RIVN (desde el oeste de Rusia hasta Escandinavia) es plausible”.

Según el IRSN, las proporciones de los productos de fisión medidas (Cs-134, Cs-137, y Ru-103), “son características del combustible nuclear irradiado en una central nuclear”. Esta irradiación terminó, a su vez, hace varios meses. Además, se ha medido Cobalto-60, que es un “producto de activación de neutrones formado a partir de materiales metálicos presentes en el núcleo del reactor".

El organismo francés afirma que “en un escenario donde esté involucrado el combustible nuclear, también se pueden esperar otros productos de fisión (criptón-85, yodo-131, estroncio-90)". “La ausencia” de tales radionúclidos en las mediciones disponibles puede deberse, según el IRSN, a “las dificultades para detectar niveles muy bajos o por las técnicas de medición aplicadas”, pero también a otros factores relacionados con "la acumulación de elementos radioactivos en una planta nuclear".

Tal mezcla de radionúclidos ya se ha detectado en el pasado, especialmente en los países escandinavos. Esto, según el IRSN, “respalda la hipótesis de que el origen de la liberación está relacionado con una operación industrial regular que se realiza en el equipo de purificación del circuito primario de un reactor nuclear o en el grupo de desactivación, por ejemplo, durante el tratamiento por incineración de resinas y filtros usados”.

Para el IRSN, la medición de yodo-131 realizada en Noruega durante la primera semana de junio, probablemente, no tiene el mismo origen. “Esta medición de yodo-131 podría corresponder a la liberación de elementos radiactivos en las unidades de producción de radiofármacos, cuyas detecciones ya han tenido lugar en Europa en el pasado”, afirma el organismo, y además señala que “el yodo-131 presente en el combustible irradiado habría desaparecido debido a la desintegración radioactiva".

Niveles detectados en Francia y otros lugares

Las mediciones realizadas por las estaciones de la red de monitoreo OPERA del IRSN localizados en el norte de Francia no reportan ningún aumento anormal en la radioactividad en el aire durante el periodo establecido a principios de junio. Según el IRSN, “el cesio-137, medido a niveles de trazas (<0,1 μBq / m3), proviene de los restos del accidente de Chernóbil y de las consecuencias globales de las pruebas nucleares atmosféricas". irsn iiSegún el instituto francés, los resultados confirman que las masas de aire “ligeramente contaminadas” medidas en los países escandinavos no llegaron a Francia durante el período mencionado.

En el caso de Finlandia, las mediciones efectuadas por la autoridad del país (STUK) informan sobre los niveles de radioactividad en el aire, medidos en la estación de Helsinki, desde el 16 de junio hasta el 17 del mismo mes: Cs-137 = 16,4 μBq/m3 ; Cs-134 = 21,5 μBq/m3; Co-60 = 7,6 μBq/m3; Ru-103 = 4,8 μBq/m3.

[A la espera de nuevas actualizaciones]

Fuente: IRSN Information Report