3 de agosto de 2019. El Paso, Texas. Falta poco para que comience el curso escolar. Cientos de padres acuden con sus hijos al establecimiento Wallmart para ultimar la compra de materiales. Aquella soleada mañana, no obstante, pronto se convertirá en una verdadera pesadilla. Son las 10:00 de la mañana cuando un joven supremacista blanco de 21 años, Patrick Wood Crusius, prepara su fusil semiautomático AK-47 en la entrada del establecimiento. Minutos después comienzan los disparos, los gritos de dolor, las carreras, los llantos… La angustia y el horror se adueñan de aquel abarrotado Wallmart localizado en las cercanías del centro comercial Cielo Vista. 22 personas perdieron la vida aquella trágica mañana. 24 sufrieron heridas de diversa consideración. El odio y la sinrazón volvieron a causar una verdadera carnicería.

Por desgracia, este tipo de matanzas son habituales en Estados Unidos. Todos los años se registran varios sucesos de carácter similar, y la tendencia va en aumento. En un país donde la posesión de armas de fuego es un derecho constitucional y se cometen crímenes atroces, la inseguridad y la desconfianza son la norma.  

Una base de datos compilada por The Associated Press, USA Today y Northeastern University muestra que hubo más asesinatos en masa en 2019 que en cualquier otro año, al menos desde que existen registros desde la década de 1970. En total, se registraron 41 asesinatos en masa, que adquieren esta denominación cuando cuatro o más personas son asesinadas, excluyendo al perpetrador. De ellos, 33 fueron tiroteos masivos. En total 211 personas perdieron la vida.

El año con el mayor número de víctimas sigue siendo 2017, ya que se registraron 224 muertes. Por ejemplo, el 1 de octubre de 2017 Las Vegas fue el escenario del tiroteo más mortífero en la historia moderna de EE.UU., cuando Stephen Craig Paddock disparó contra la multitud desde su habitación en el piso 32 del hotel Mandalay Bay, causando la muerte de 59 personas y 527 heridos.

Según indica USA Today, en la mayoría de los asesinatos estaban involucradas personas que se conocían entre sí. Disputas familiares, actos violentos relacionados con las drogas o las actividad de las bandas, actos violentos contra los compañeros de trabajo… son algunas de las categorías que se utilizan para clasificar estos asesinatos. Por ejemplo, este mismo año, un hombre de 42 años mató a su madre, padrastro, novia e hija de 9 meses utilizando un hacha en el condado de Clackamas, Oregón. El homicida perdió la vida a causa de los disparos realizados por la policía.  

Geográficamente, California es el estado donde más asesinatos en masa se han producido, registrándose 8 casos en total. Por otra parte, casi la mitad de los estados de EE.UU. sufrieron este tipo de asesinatos. Se han registrado casos en grandes ciudades como New York y pueblos pequeños como Elkmont, Alabama, donde residen unas 475 personas.  

Según James Densely, criminólogo y profesor de la Metropolitan State University en Minnesota, los asesinatos en masa están aumentando en un momento en el que los homicidios generales están disminuyendo.  El crimen tiende a ir en oleadas, afirma en declaraciones recogidas por USA Today. «Los años setenta y ochenta vieron una serie de asesinos en serie, los años noventa estuvieron marcados por tiroteos en escuelas y secuestros de niños, y los principios de los años 2000 estuvieron dominados por el terrorismo», menciona Densely. «Esta parece ser la era de los tiroteos masivos», subraya el criminólogo.