NEOM será una ciudad donde no existe el dinero, en la que hay más robots que humanos, donde la energía viene de paneles solares, no hay calles sucias, no hay tiroteos, no hay atascos ni coches con gasolina, ni mendigos en las calles. Así se presento el pasado año a esta ciudad que promueve el heredero de la corona saudita, Mohammed bin Salman. Nadhmi al-Nasr, Un paraíso terrenal de millonarios que viven felices en una burbuja futurista. Planeando cubrir 26.000 kilómetros cuadrados, Neom es un proyecto ambicioso de 500.000 millones de dólares extendiéndose también por las fronteras egipcia y jordana. Será construida desde cero en terrenos donde actualmente hay arena, playas y montañas y que se enmarca en el plan económico 2030. El nombre deriva de las palabras neo, que significa nuevo en latín, y mostaqbal, palabra árabe que significa futuro. La finalidad del proyecto es transformar el reino en un destacado centro global mediante la introducción de industrias y tecnologías más avanzadas y con grandes oportunidades de empleo. También es parte de los actuales esfuerzos de Arabia Saudí para reducir su dependencia del petróleo y diversificar su economía. Son conscientes, mirando a largo plazo, que el debate sobre el cambio climático está tomando cada vez más fuerza, un factor que podría incidir en una menor demanda petrolera. Entonces, lo que ha estado haciendo el gobierno, es tratar de cambiar la imagen de un país profundamente conservador hacia uno que está abriendo las puertas al capital privado extranjero. Más que una ciudad, el proyecto se trata de la construcción de la primera zona económica independiente del mundo con sus propias leyes, impuestos y regulación. En una ubicación estratégica en una de las arterias económicas más prominentes del mundo con el supuesto fin de que NEOM sea un centro global para el comercio, la innovación y el conocimiento.  Las protestas por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul el pasado mes han hecho que algunas empresas occidentales se muestren reacias a tratar con el Fondo de Inversión Pública saudita, amenazando con frenar algunos de sus grandiosos proyectos e inversiones globales entre los que Neom se encuentra. Pero el director general de este proyecto indicó a la prensa, pasados unos días de la noticia de la muerte del periodista y tras el revuelo mundial, que él mantiene sus reuniones con los socios occidentales y que nada ha cambiado en el desarrollo planeado.