Harmony, el robot sexual que triunfa en Tinder

Harmony, el robot sexual que triunfa en Tinder
El cineasta Jimmy Mehiel creó, a modo de experimento, un perfil de Tinder de la robot sexual dotada de inteligencia artificial, Harmony, como parte de un experimento para su documental sobre cyborgs, I Want My Sex Machine. Con el permiso de Matt McMullen, creador de la muñeca,el perfil, incluía tres fotos reales de la androide y dejaba muy claro que se trataba de una máquina: “Hola, soy una robot sexualmente capaz, anatómicamente correcta, con la IA más avanzada disponible. Estoy en Tinder para averiguar si los chicos están interesados en mí”. En las solo dos horas que el perfil estuvo activo, Harmony recibió 92 matches (algo así como "toques") de usuarios masculinos. Tras aceptar esas solicitudes, Meihel les hizo una pregunta a los interesados: "¿Tendrías sexo con un robot? Sí, no o tal vez". De las 57 personas que contestaron, 17 dijeron que sí, 15 dijeron que quizás, y 25 dijeron que no.
El documental de Mehiel se centra en los burdeles de robots, pero también es una investigación ética sobre los robots sexuales y la industria de las citas. Hace un mes, el Ayuntamiento de Houston bloqueó la apertura de un burdel de robots sexuales, que la empresa canadiense KinkySdollS tenía pensado abrir en esta ciudad texana. La misma compañía ya opera, en Toronto, y permite alquilarlas por precios que supera los 2.600 euros antes de comprarla. En Moscú sí existe un burdel legal de este tipo, el Dolls Hotel, y en los primeros seis meses de actividad tuvo 1.000 clientes.