El exorcista: el clásico de terror cumple 45 años

El exorcista: el clásico de terror cumple 45 años
Casi medio siglo después de su estreno la adaptación del libro de William Peter Blatty, sigue siendo considerada como la mejor película de terror de la historia. Dirigida por el realizador William Friedkin, sobre un guion escrito por el propio Blatty, se estreno en EE.UU en plenas navidades de 1973 (En España lo haría el 1 de Septiembre de 1975). Antes del lanzamiento de la película, nada como eso había aparecido en la pantalla, hasta ese momento, el terror se limitaba a monstruos como Drácula, Frankenstein y el Hombre Lobo o casas embrujadas. La posesión demoníaca no había sido aún explorada. El estreno original de El exorcista no estaba contemplado para estos días, pero la filmación sufrió todo tipo de  incidentes que prácticamente la hicieron coincidir con Navidad. Desde entonces, muchos la han catalogado como una película blasfema que aprovechó las fiestas religiosas para propagar la palabra del maligno. En cambio, algunos de los miembros más influyentes de la iglesia la aplaudieran por sus contribuciones a la propagación de un mensaje religioso. Unas controversias que la alzo con un estatus de película de culto casi desde el momento de su estreno, y pese a que se llegó a pensar que todo apuntaba a que sería un rotundo fracaso que podría llevar a la bancarrota a Warner Bros, El exorcista no solo acabó siendo una de las películas de terror más rentables de la historia, sino que llegó a conquistar a la Academia de Hollywood con diez nominaciones a los Oscar, de los cuales acabó ganando tan solo dos: el de Mejor Sonido y el de Mejor Guion Adaptado. Según cuentan, algunas de las reacciones de los primeros espectadores al film incluían vómitos, desmayos, ataques cardíacos e incluso se llegó a comentar un aborto espontáneo. Difícil constatar en la actualidad cuales son verdad y cuales leyenda o puro marketing.  Un clásico bien ejecutado (aunque los efectos especiales están ridículamente obsoletos). Es una historia convincente y fue aterradora en su momento. El exorcista presentó a una niña inocente que se convierte en víctima de un despiadado mal desconocido. La idea de perder la identidad de uno por algo tan aterrador como Satanás era perturbadora. Este no era un monstruo que se podía ver, era una entidad invisible que no se podía combatir con armas.