Eulixe

Amenaza golpista en Brasil: Bolsonaro llama a la insurrección

“No podemos seguir aceptando que una persona específica de la región de los tres poderes siga barbarizando a nuestra población. No podemos aceptar más encarcelamientos políticos en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder le pone firme o ese poder puede sufrir aquello que no queremos”, aseguraba el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, durante el Día de la Independencia en referencia al Tribunal Supremo. Los principales medios de comunicación brasileños han considerado esto una “amenaza golpista” hacia las máximas instancias judiciales del país, más aún teniendo en cuenta que entre los principales apoyos de Bolsonaro se encuentran autoridades policiales y militares.
bolsonaro
El ultraderechista Jair Bolsonaro durante el Día de la Independencia de Brasil. Fotograma de videoreportaje de T13.
Amenaza golpista en Brasil: Bolsonaro llama a la insurrección

Por Adrián Juste - Al Descubierto

Durante el Día de la Independencia de Brasil, donde se celebraba el 199 aniversario desde que el país se independizara de Portugal, el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro había convocado una multitudinaria manifestación a su favor en un intento de conseguir apoyo popular, frenar la sangría que sufre en los sondeos de intención de voto desde hace meses por su gestión de la pandemia y en medio de una grave sequía, y continuar con su ataque al Poder Judicial.

Así, miles de partidarios del mandatario de extrema derecha viajaron en autobuses para acudir a la Explanada de los Ministerios de Brasilia, donde se concentran todas las instituciones del Estado, además de en otras ciudades como São Paulo.

Un discurso llamando a la insurrección

Jair Bolsonaro llegó a Brasilia en medio de un gran despliegue de medios, dentro de un Rolls Royce conducido por Nelson Piquet, ex piloto de Fórmula 1. A continuación, y como viene siendo su tono habitual, ha agitado un discurso mesiánico y populista, incluyendo esta vez serias amenazas a los jueces del Supremo Tribunal Federal de Brasil, que investigan al mandatario por la difusión de noticias falsas y bulos durante las elecciones que le dieron la victoria y por atacar las instituciones públicas.

“No podemos seguir aceptando que una persona específica de la región de los tres poderes siga barbarizando a nuestra población. No podemos aceptar más encarcelamientos políticos en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder le pone firme o ese poder puede sufrir aquello que no queremos”, ha proclamado en la plaza de los Tres Poderes, donde se reúnen las principales instituciones democráticos. “Hoy es el día del pueblo brasileño, que nos va a dar un rumbo, hacia dónde debe ir Brasil. Hoy solo quiero ser su portavoz”, ha dicho. "O el jefe de ese poder se ocupa de lo suyo o ese poder puede sufrir lo que no queremos”, afirmó Bolsonaro.

Bolsonaro estaba citando de esta forma a Alexandre Moraes, uno de los once miembros del Supremo quien abrió la investigación contra el mandatario. En cuanto al “jefe de ese poder”, se refiere a Luiz Fuz, presidente del alto tribunal, quien advirtió hace días a seguidores de Bolsonaro que, durante las protestas de hoy, no realizaran proclamas anticonstitucionales.

Sin embargo, los manifestantes pidieron a gritos el cierre del Supremo y una intervención militar. La noche del lunes, algunos de los seguidores que ya habían llegado a Brasilia provocaron altercados, rompiendo el cordón de seguridad que blindaba la Explanada de los Ministerios y tuvieron encontronazos con parte de los 5.000 policías desplegados para la ocasión.

Los principales medios de comunicación brasileños han considerado esto una “amenaza golpista” hacia las máximas instancias judiciales del país, más aún teniendo en cuenta que entre los principales apoyos de Bolsonaro se encuentran autoridades policiales y militares. De hecho, la adhesión a los postulados de Bolsonaro aumentó un 29% entre las policías militares, según el Foro Brasileño de Seguridad Pública

En su discurso de Brasilia, Bolsonaro afirmó que hoy se reunirá con los presidentes de la Cámara, del Senado y del Supremo: “Les mostraré hacia dónde debemos ir”.

Reacción contra Bolsonaro y caída en las encuestas

Opositores a Bolsonaro tanto en Brasil como a nivel internacional llevan advirtiendo del peligro de las proclamas golpistas y antidemocráticas del mandatario ultraderechista, que no cesa en su empeño de atacar y degradar las instituciones democráticas del país, llegando a tachar de fraude electoral el sistema de voto electrónico y amenazando con suspender las próximas elecciones, previstas para 2022.

Así, unos 150 líderes progresistas publicaron el pasado lunes un manifiesto donde advierten de que podría darse un golpe de Estado en Brasil, señalando además como desencadenante las manifestaciones convocadas por el líder ultraderechista. “Encendemos la alarma: el 7 de septiembre de 2021, una insurrección pondrá en peligro la democracia en Brasil”, dice la carta abierta, firmada, entre otros por el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, el exministro de Economía Yanis Varoufakis o los líderes izquierdistas francés y británico, Jean Luc Mélenchon y Jeremy Corbyn.

Organizaciones y colectivos de izquierdas han convocado también protestas contra Bolsonaro en Brasilia y en São Paulo, donde se podrían dar conflictos y altercados entre partidarios y detractores del mandatario. Se ha plantado también una acampada indígena en Brasilia que podría ser también un foco de enfrentamientos. La policía se ha desplegado para evitar incidentes.

Pese a esta demostración de fuerza, la popularidad de Bolsonaro está en caída libre. El 64% de la población, según varios sondeos, considera que la gestión del líder ultraderechista es “mala” o “pésima”. Por otro lado, el ex presidente Lula da Silva es favorito en las encuestas para ganar en las elecciones de 2022.

Y viendo los datos económicos de Brasil no es para menos: el desempleo afecta a más de 14 millones de habitantes, la inflación supera el 9% y el PIB volvió a caer en este trimestre un 0,1%, con lo que los pronósticos de recuperación se estancan a cada día que pasa.

A esto se le suma el desastre de la pandemia. Bolsonaro ha sido criticado no solo por saltarse las normas higiénico sanitarias, sino también por no tomar en serio el problema e adoptar medidas muy laxas, lo que ha convertido a Brasil en un epicentro de contagios y fallecimientos, con más de 600.000 muertes.

Por otro lado, varios escándalos de corrupción sacuden a sus hijos, amén de las investigaciones judiciales que pesan sobre él.

No obstante, la crispación y la polarización social alrededor de su figura son cada vez más evidentes, lo que está siendo aprovechado por el mandatario para asegurarse una demostración de fuerza que le permita doblegar a las instituciones públicas.

AlDescubierto