Arabia Saudí bate su récord de ejecuciones en plena campaña de lavado de imagen

El país saudí se ha convertido en un claro ejemplo de la hipocresía occidental. Mientras muchos se empeñan en poner los focos sobre Venezuela, Arabia Saudí ha ejecutado a 184 personas durante el año 2019. También ha aumentado el número de arrestos y posterior martirio judicial en tribunales especiales contra cualquiera que se posicione en contra de Mohamed bin Salmán: escritores, líderes religiosos, reformistas, activistas políticos, miembros de la minoría chií... cualquiera puede ser el próximo. Un reinado de terror, blanqueado con una millonaria campaña de lavado de imagen internacional. 
Arabia Saudí bate su récord de ejecuciones en plena campaña de lavado de imagen

Arabia saudí se ha lanzado en los últimos años a una campaña internacional de lavado imagen, tras constatar que en los países occidentales es cada vez mayor el coste político de hacer negocios con Riad. La guerra en Yemen o la muerte de Jamal Khashoggi han puesto a gran parte de la sociedad en contra del reino saudí. En Estados Unidos, sólo tiene una visión favorable el 37% de los encuestados, en Francia y Alemania la cifra apenas supera el 25% y en Reino Unido el 39% la considera antes un enemigo que un aliado.

Al igual que muchas empresas hacen hoy en día con el llamado greenwashing, el reino saudí ha decidido dedicar sus esfuerzos a engañar a la opinión pública con millonarias campañas de lavado de imagen en lugar de realizar cambios reales en positivo. El mismo año que España jugaba en Arabia Saudí la Supercopa de fútbol en busca de una imagen de modernidad y progreso, 184 personas eran ejecutadas. Sin duda los negocios están por encima de los Derechos Humanos en las relaciones internacionales. Y en Arabia Saudí hay mucho en juego

El país comenzó el año ejecutando a cuatro residentes yemeníes por asesinato. En los momentos previos a la decapitación, tres de ellos declararon que el cuarto condenado, Yasin Mohamed Ali, era inocente de los cargos que se le imputaban pero las autoridades competentes descartaron su testimonio y procedieron a la ejecución. Fue solo el comienzo sangriento y brutal a un año de ejecuciones sin precedentes - Organización Saudí Europea para los Derechos Humanos.

En tan solo un día (23 de abril) fueron ejecutadas 37 personas, tres de ellas menores de edad. La mayor parte de las víctimas eran miembros de la minoría chií, condenados por espionaje, violencia, terrorismo y participación en manifestaciones. En lo que llevamos de 2020, Arabia Saudí ha firmado ya cuatro ejecuciones, y 47 mas se enfrentan a la pena de muerte en procesos que se hallan en diferentes fases de recurso. De ellos, 13 eran menores de edad cuando fueron detenidos. Para ocho de estos detenidos menores de edad, la fiscalía general solicita la crucifixión, un término utilizado en Arabia Saudí para referirse a los reos que son decapitados y cuyos cuerpos son exhibidos más tarde en público. 

Se trata de otro hito sombrío para la Arabia Saudí de Mohamed bin Salman. Los gobernantes del reino creen que tienen total impunidad para burlar el derecho internacional cuando les conviene. Un país que tortura y ejecuta niños debería ser un Estado paria y no aquel que se prepara para organizar la próxima reunión del G-20 - Maya Foa directora de Reprieve

Represión política

Muchas de las detenciones y ejecuciones forman parte de una estrategia de terror contra los opositores al régimen de Mohammed Bin Salman. En un informe reciente, Amnistía Internacional asegura que el estudio de las sentencias dictadas por esta corte contra un amplio rango de acusados (escritores, líderes religiosos, reformistas, activistas políticos, miembros de la minoría chií...) demuestran que los procesos están marcados por el rechazo a proporcionar asistencia legal, la detención en confinamiento solitario o las confesiones extraídas bajo tortura y amparándose en "vagas legislaciones antiterroristas y contra el cibercrimen". 

El Tribunal Penal Especializado es un arma para silenciar sistemáticamente a la disidencia. El Gobierno saudí explota esta corte para crear una falsa áurea de legalidad alrededor de su abuso de la ley antiterrorista para acallar a sus críticos - Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional en Oriente Próximo y el norte de África.

Según el informe de la Organización Saudí Europea para los Derechos Humanos, presentado el mes pasado y llamado Derechos humanos en Arabia Saudita, 2019: el cáncer de la tiranía: "Las campañas de persecución se han diversificado para incluir asesinatos arbitrarios o arrestos intimidantes, afectando a muchos grupos que antes era imposible imaginar que fueran atacados. Mientras tanto, a nivel internacional, Arabia Saudita ha ignorado las instituciones internacionales y ha continuado sus intentos de engañar y evadir sus obligaciones. Ha quedado claro que Arabia Saudita está siendo cubierta por sus aliados políticos tanto en Estados Unidos como en Europa, que se benefician de los ingresos económicos (...) El gobierno saudita tiene un fuerte deseo de eliminar todas las fuerzas y voces nacionales que abogan por los derechos humanos, y se ha acostumbrado a criminalizar a todas las voces que hacen una demanda o una crítica. Se ha observado que este reinado tiene una elevada sensibilidad a las críticas, lo que explica la focalización sin precedentes de activistas civiles en el extranjero, una práctica que no existía en la misma medida en los reinados anteriores."