Junto al coche verde, al lado de la puerta del supermercado, apoyado en el árbol que esta en la esquina...el excursionista más famosos de todos los tiempos lleva 30 años escondiéndose entre la multitud con el objetivo de ejercitar nuestra vista. En las versiones internacionales del libro Wally recibe en ocasiones otros nombres, como por ejemplo Waldo en Estados Unidos y Canadá, Walter en Alemania, Charlie en Francia, Ubaldo en Italia, Willy en Noruega, Holger en Dinamarca, Vallu en Finlandia, Valdas en Lituania... Y es que el icónico personaje se ha recorrido, en sus diferentes publicaciones, no sólo distintos países y geografías, sino diferentes épocas de la historia; es decir, viaja en el tiempo y espacio y aparece siempre rodeado de multitudes. Para identificarlo, siempre nos lo han vestido igual, jersey de rayas rojas y blancas, un gorro a juego, gafas y pantalón vaquero. Era hace tres décadas cuando la editora Cecilia Barragán hacia la primera publicación del personaje creado por el británico Martin Handford. Convertido en un auténtico fenómeno global, ha vendido más de 67 millones de ejemplares en 28 países, combinando el juego con el hecho de contar historias a través de imágenes. Parte de su éxito se basa en ser un libro/juego compartido. Varios pares de ojos compitiendo en la búsqueda del escurridizo excursionista. “Era una marca que apelaba al público juvenil en general, no precisamente a los niños, sin embargo, son éstos quienes se han enganchado”, comenta la gerente de Infantil y Juvenil de Ediciones B. De Wally ya se han fabricado calcomanías, cómics, videojuegos, rompecabezas, libros de actividades, una serie de televisión y hasta una película. El éxito generado hacía necesario buscar más personajes como su hermana, su perro y un mago o su antagonista Odlaw Otra particularidad de la publicación es que a pesar de las posibilidades que ofrecen los formatos digitales, se sigue disfrutando más en el libro impreso.